Un joven matrimonio introduce un rebaño de cachenas en Madrid

En una pequeña localidad al norte de Madrid pasta un pequeño rebaño de 24 ejemplares de cachena. Esta vaca, menuda y resistente, muy vistosa por los enormes cuernos que adornan su testuz, se ha convertido en una atracción y el tema de conversación favorito para los ganaderos de Fresnedillas de la Oliva. Esta localidad, a 55 kilómetros de la Puerta del Sol, pasó a la historia el 20 de julio de 1969 por su decisivo papel en la llegada del hombre a la Luna. Aquí se encontraba la única estación espacial de la NASA que podía conectar con los tripulantes del Apolo XI. Gracias a ello pudieron recibir un mensaje vital para completar con éxito la misión, y es que sólo tenían 30 segundos de combustible para realizar el alunizaje. Ahora este entorno, repleto de dehesas y encinares, es el nuevo hogar para este rebaño de cachenas, los únicos ejemplares de esta raza que hay en Madrid. Al frente de esta explotación está María Gómez una joven abulense, profesora de Dibujo en la escuela de Bellas Arte de Segovia que junto a su marido, Filipe Afonso, se han lanzado a una aventura que llevaban mucho tiempo meditando. “Nos gusta el contacto con la naturaleza y vivir en el campo, defendemos este estilo de vida y por eso habíamos comprado hace unos años una finca de doce hectáreas en Ávila con la idea de criar algún tipo de ganado”, explica la joven ganadera orgullosa de mostrarnos estos animales a los que ya les ha puesto nombre: Olimpia, Caudio, Ninfadora, África… Lo que faltaba por decidir era el tipo de ganado que querían criar. Ahí entró en juego las vivencias de su marido, Filipe, originario de la localidad lusa de Cidadelhe en el norte de Portugal, que ya conocía esta raza porque en su casa tenían algún ejemplar para autoconsumo. Una vez tomada la decisión todo se desarrolló con rapidez y la llegada del covid a España incluso precipitó los acontecimientos. “Habíamos apalabrado con dos ganaderos de Triacastela y Santiago los ejemplares, pero en este medio tiempo llegó el decreto del estado de alarma. Fue un golpe muy duro, porque creíamos que teníamos que paralizar nuestro sueño y no estábamos dispuestos, así que decidimos acelerar los trámites y traernos el ganado lo antes posible”, explica María. Fue necesario buscar un asentamiento en Madrid porque en Ávila los inviernos son muy rigurosos y la nieve impide pastar a los animales durante largas temporadas. En Fresnedillas encontraron lo que buscaban una enorme finca de 70 hectáreas donde los animales se han aclimatado desde el primer día. De hecho, tanto María como Filipe están asombrados de lo sencillo que resultan sus cuidados, porque son animales dóciles y muy tranquilos que no les han causado ningún problema. Ahora el objetivo es conseguir el sello de ganadería ecológica, ya que creen en una forma respetuosa para la cría de animales, por lo que ya han desterrado los piensos de su dieta. Las opciones de negocio que se plantean son de dos tipos, por un lado criar ejemplares para la venta a otros ganaderos, y por otro para consumo, ya que cada vez hay mayor demanda por este tipo de carne, una de las más selectas del mercado. Las cinco razas de bovino autóctono de Galicia siguen en peligro de extinción De las cinco razas autóctonas de bovino gallego en peligro de extinción, las cachenas son las que mejor evolución han tenido durante estos últimos años. Para que una raza salga de la lista debe superar las 7.500 cabezas de reproductoras , pero también es recomendable tener una buena dispersión geográfica para evitar problemas de consaguinidad. Según los datos facilitados desde el Centro de Recursos Zooxenéticos de Galicia, emplazado en el Pazo de Fontefiz (Coles), existen 4.332 hembras que sumados a los 929 machos llegan a los 5.261 ejemplares. El objetivo está aún lejos pero para nada resulta imposible. Peores resultados tienen las otras razas. La que menor censo de reproductoras tiene es la frieiresa, sólo 813, que sumadas a los 150 machos dan un total de 963 cabezas. En el caso de la limiá, son 1.136 hembras, que junto a los 271 machos dan un total de 1.407 reses. En cifras similares se mueve la caldelá, que tiene 1.357 hembras y 241 machos, que suman 1.598 ejemplares. Por último, la vianesa cuenta con 2.559 reproductoras y 482 machos, sumando en total 3.041 ejemplares. Fuerte expansión Según explica Beatriz Pereiradesde la Federación de Razas Autóctonas de Galicia (Boaga) una de las razones del interés por la cachena radica en su aspecto morfológico, que llama mucho la atención, una vaca pequeña, con una enorme cornamenta. De hecho es la raza que más se ha expandido fuera de Galicia. En la actualidad, existen explotaciones en Madrid, pero también en Castilla y León, Extremadura, País Vasco o Asturias. Puede haber en otras regiones, ya que desde Boaga les consta que han ido ejemplares a Canarias, pero para estar inscritas en el censo deben cumplir una serie de requisitos sobre la pureza de la raza y evitar los cruces que no todos los ganaderos mantienen.