Un joven preso ourensano muere asesinado en una cárcel gaditana

Jacobo Rivera Regueira, un recluso ourensano de 26 años que cumplía condena en un penal de Cádiz, en régimen de primer grado (el de los presos más peligrosos), murió en la tarde del martes en el centro penitenciario Puerto III de esa misma provincia al ser estrangulado por otro recluso, oriundo de Canarias. Al parecer, el suceso tuvo lugar sobre las seis y media de la tarde, poco después de que ambos disfrutaran de su tiempo de recreo en el patio.
Jacobo Riveira, que tenía seis causas pendientes con la Justicia, cuatro en Ourense, una en Pontevedra y una en Salamanca, había estado en la provincia ourensana el pasado mes de mayo en un juicio. A pesar de que no estaba condenado por delitos de narcotráfico o de sangre cumplía el primer grado penitenciario al ser considerado un preso potencialmente peligroso, motivo por el que fue trasladado precisamente al centro de Cádiz, el penal que se estimó adecuado para que cumpliera su condena.


AGRESIONES A FUNCIONARIOS

El ahora fallecido contaba con un amplio historial de agresiones a funcionarios de prisiones, según confirmaron distintas fuentes consultadas, que precisaron que llegó a agredir a trabajadores de los centros de A Lama, Teixeiro y Topas (Salamanca).

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