EMPLEO

Las oportunidades laborales de los jóvenes: entre el emprendimiento y el exilio

Ourense. Doctor Fleming (05/04/2018). Centro de pedagogía puesto en marcha por tres jóvenes emprendedores ourensanos. David Pérez, Borja Rodríguez y Patricia Velasco
photo_camera David Pérez, Patricia Velasco y Borja Rodríguez.

La juventud ourensana testifica sobre el mercado de empleo y sobre su proyectos futuros

“Nos vimos capaces de intentar emprender"


David Pérez y Borja Rodríguez se criaron en Ourense, estudiaron en Ourense y han decidido trabajar en Ourense. "De mi clase de 2º de Bachillerato quedan seis o siete en la ciudad, y éramos 30...", lamenta Rodríguez. Creen que la "perspectiva es mala, pero en el fondo es mejor de lo que creemos", apunta Pérez. Ambos, junto a Patricia Velasco, de su misma edad, 28 años, decidieron hace poco más de un año lanzar una empresa cuyos servicios se dirigen precisamente a niños y jóvenes.

En Galéxico combinan la psicología con el derecho. "En Ourense hay todos los servicios, tal vez el problema es ese, que la ciudad está muy orientada a ese sector", dice Rodríguez. Su compañero Pérez, con el que estudió Derecho, dice que Ourense "tiene una notable sanidad y buenas comunicaciones, aunque los precios del transporte se debería equiparar a los salarios", destaca Pérez. Apostaron por emprender al salir de la universidad. "Con nuestros conocimientos adquiridos, nos vimos capacitados", añade Pérez. Ven una tendencia en otros compañeros de su entorno.

"Es una ciudad conservadora y mucha gente quiere ser funcionaria. Esta ciudad siempre ha tenido una importante recesión y hay miedo a contratar", dice Pérez. Él no quiso opositar porque "siempre me vi con mentalidad de profesional liberal". Su compañero recalca otro problema: "Los alquileres son en su mayoría demasiado altos e impiden la emancipación". Patricia, que estudió Psicología y dos masters en Ciencias de la Educación, cree que el futuro es "gris tirando a negro", si bien se ve con fuerzas para tener un negocio cuyo público objetivo son los menores: "la educación es la base y lo único que puede salvar a la población juvenil". Las nuevas generaciones necesitan más estímulo en la ciudad. "Hay alternativas de ocio pero,  para familias con pocos recursos, no hay muchas", aclara. 


"Moitos asumimos que temos que ir a grandes cidades"


IMG-20180405-WA0019 (1)Carlos López tiene 28 años y siempre tuvo claro, al igual que su familia, que estudiaría fuera de Ourense "para ampliar oportunidades". Estudió Traducción e Interpretación en Salamanca y el segundo año de carrera lo pasó en Alemania. "Co tema das linguas axiña vin que sería difícil traballar en Ourense", señala. Al acabar la carrera se fue a Toronto (Canadá)y desde entonces, "e xa van seis anos", sigue fuera: Madrid, Milán, Barcelona y, de nuevo, Madrid.

"O certo é que sempre teño morriña, pero son realista e Ourense non ofrece oportunidades para carreiras de idiomas máis aló do ensino", explica. Lamenta que las instituciones "non buscan abertamente tradutores" y dice que "moitos temos asumido que para medrar profesionalmente hai que marchar a grandes cidades", concluye. 


“Sabemos que nos tenemos que ir, pero queremos volver"


Susana Vázquez y Jonathan Suárez, de 30 años,  trabajaban pero decidieron apostar por opositar para administrativos del Estado, buscando "más derechos y estabilidad". La seguridad de tener un trabajo para toda la vida los impulsó. Aunque tienen asumido que tendrán que irse. "Una ventaja son los derechos como funcionario y la conciliación laboral. 

Te permite que puedas disfrutar de excedencias y te hacen la vida más fácil en un momento determinado". Tienen asumido que se tendrá que ir a donde les manden  cuando aprueben. "Me gustaría quedarme aquí, pero tengo la esperanza de poder volver en el futuro ", señala. "Eso es lo malo, aquí tenemos amigos y familia, queremos estar aquí, pero priman los derechos y la estabilidad en nuestra vida, por eso opositamos", señala Suárez. 


"Decidín dar un cambio"


IMG-20180405-WA0030Diego Fernández tiene 29 años y estuvo siete fuera antes de regresar a Ourense, donde trabajó un año y medio. "Non fun profeta na miña terra. Non había moita saída, e decidín dar un cambio". Encontró trabajo en Barcelona, donde le daban "máis perspectivas e moitos retos e desenvolvemento de carreira". "Persoalmente estaba moi contento, pero estancábame. Non ten un sistema empresarial forte para a xente con inquedanzas".  

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