Promover el cambio local y global hacia una sociedad respetuosa con el medio ambiente, justa y solidaria. Esta es la misión de la asociación ecologista Amigos da Terra.
Más de una treintena de jóvenes con estas inquietudes y, en su mayoría, vinculados a la red europea de dicha asociación, se reunieron esta semana en el centro ambiental de As Corcerizas -situado en la serra de San Mamede-, para compartir experiencias y disfrutrar de un magnífico entorno natural.
Desde el pasado martes y hasta hoy domingo, 35 chicos y chicas de hasta 31 años y llegados de todas partes del continente, como Bélgica, Irlanda, Letonia, Reino Unido o Suiza, participaron en un variado programa de actividades, que incluyó talleres sobre temas de justicia climática y soberanía alimentaria, reuniones para planificar posibles campañas y acciones a desarrollar, o rutas por la sierra, entre otras.
'Venimos principalmente para hablar sobre los problemas ambientales e intentar buscar soluciones entre todos', explica Sophie Manson, coordinadora de la sección juvenil de Amigos de la Tierra Europa, quien apunta que 'es una experiencia muy enriquecedora porque cada uno comparte lo que se hace en su país y aprendemos mucho unos de otros'.
Cada año, la red europea elige un lugar dentro de los treinta países miembros para celebrar el encuentro. Sophie Manson explica que este año se eligió As Corcerizas por la belleza del entorno y la coherencia de las instalaciones con los principios y valores que desde Amigos de la Tierra se promueven.
CRITERIO DE COHERENCIA
El centro educativo ambiental está construido y gestionado según los criterios de coherencia y sustentabilidad, empleando modelos de arquitectura bioclimática, materiales de bioconstrucción y abastecido con fuentes de energías renovables, y sus inquilinos consumen alimentos locales ecológicos. 'Neste centro poñemos en práctica todos os criterios que defendemos', explica Analía Moares, responsable de 'As Corcerizas', quien añade que 'intentamos demostrar que outro xeito de vida é posible'.
Desde el pasado martes y hasta hoy domingo, 35 chicos y chicas de hasta 31 años y llegados de todas partes del continente, como Bélgica, Irlanda, Letonia, Reino Unido o Suiza, participaron en un variado programa de actividades, que incluyó talleres sobre temas de justicia climática y soberanía alimentaria, reuniones para planificar posibles campañas y acciones a desarrollar, o rutas por la sierra, entre otras.
'Venimos principalmente para hablar sobre los problemas ambientales e intentar buscar soluciones entre todos', explica Sophie Manson, coordinadora de la sección juvenil de Amigos de la Tierra Europa, quien apunta que 'es una experiencia muy enriquecedora porque cada uno comparte lo que se hace en su país y aprendemos mucho unos de otros'.
Cada año, la red europea elige un lugar dentro de los treinta países miembros para celebrar el encuentro. Sophie Manson explica que este año se eligió As Corcerizas por la belleza del entorno y la coherencia de las instalaciones con los principios y valores que desde Amigos de la Tierra se promueven.
CRITERIO DE COHERENCIA
El centro educativo ambiental está construido y gestionado según los criterios de coherencia y sustentabilidad, empleando modelos de arquitectura bioclimática, materiales de bioconstrucción y abastecido con fuentes de energías renovables, y sus inquilinos consumen alimentos locales ecológicos. 'Neste centro poñemos en práctica todos os criterios que defendemos', explica Analía Moares, responsable de 'As Corcerizas', quien añade que 'intentamos demostrar que outro xeito de vida é posible'.
