PREMIOS

Dos estudiantes ourensanos competirán en Suecia por el Nobel juvenil del agua

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photo_camera Miguel Aragón, Lydia Castro y Miguel Sequeiros.

Los jóvenes resultaron ganadores de la fase española con su sistema ecológico capaz de degradar toallitas higiénicas

Un sistema ecológico capaz de degradar toallitas higiénicas gracias a la capacidad del gusano de la miel para descomponer derivados del polietileno ha sido el proyecto ganador de la fase española en el certamen 'Stockholm Junior Water Prize' (SJWP), premio juvenil de iniciativas para mejorar la gestión y tratamiento del agua.

Estos galardones, organizados por el Instituto Internacional del Agua de Estocolmo (Suecia), están dirigidos a jóvenes de entre 16 a 21 años, con el objetivo de reconocer y promocionar ideas que ayuden a mejorar la calidad, protección y tratamiento del agua, así como la gestión de los recursos hídricos, de acuerdo con un comunicado facilitado por la Fundación Aquae que impulsa esta competición en España.

Los ganadores de la final nacional, son Miguel Aragón y Miguel Sequeiros, estudiantes de Primero de Bachillerato del Colegio Marista "Santa María" de Ourense, que defendieron su investigación junto a su tutora, Lydia Castro Núñez.

Su trabajo se basa en investigaciones recientes de las universidades de Cantabria y Cambridge (Reino Unido) en las que se demuestra que el gusano de la miel (Galleria mellonella) puede degradar mediante su ingesta natural tanto el polietileno como sus derivados, presentes en las toallitas higiénicas, sin generar productos contaminantes ni afectar al ciclo vital de esta especie.

El sistema desarrollado por los estudiantes orensanos permite la degradación ecológica de estas toallitas, que tienen un porcentaje de desintegración en agua menor al 40 % y causan taponamientos de las tuberías e incluso llegan a inhabilitar temporalmente algunas depuradoras, lo que origina una factura de más de 1.000 millones de euros anuales a la Unión Europea según el comunicado.

Castro ha explicado que el principal problema de este tipo de productos es que no existe "una manera ecológica de degradarlos" y hasta ahora la mejor opción pasa por reciclarlos en plantas especializadas "pero lamentablemente muy pocos se reciclan" por lo que "un altísimo porcentaje" acaba contaminando océanos y ríos.

De ahí la importancia de esta propuesta que ahora competirá, coincidiendo con la Semana Mundial del Agua, en la final internacional que se celebrará del 26 al 31 de agosto en Estocolmo.

Allí, un jurado de expertos elegirá el proyecto ganador, que recibirá 15.000 dólares (unos 12.900 euros), un diploma y una escultura de manos de la princesa Victoria de Suecia, patrona del galardón.

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