Un juez concede el cambio de sexo registral a un niño

El magistrado Darío Carpio Estévez, responsable del Registro Civil de Ourense, firmó el pasado martes un auto pionero en España. Aprobó el cambio de sexo en el registro -por tanto en el DNI- de Alejandro, un niño trans de ocho años. El joven, tras lograr el cambio de sexo en el Registro Civil El camino fue largo y pedregoso para la familia. La madre del joven, María Xosé Rodríguez, explica que las dificultades aparecieron desde el principio: “Foi un proceso complicado porque se piden moitas cousas, entre elas, un informe de psiquiatría que patoloxizaba a identidade do meu fillo”, señala. La Ley trans vigente fecha de 2007 y, aunque permite la rectificación registral del sexo sin necesidad de tratamientos quirúrgicos genitales, no permite a los menores de edad rectificar el sexo asignado al nacer. Por otro, exige acreditar “disforia de género”, mediante un informe psicológico clínico, así como someterse a tratamiento médico durante al menos dos años para acomodar las características físicas del sexo reclamado. Es decir, que obliga a consumir hormonas a aquellos que quieran cambiar su identidad. Teniendo en cuenta esta normativa, el primer cambio de sexo registral que solicitó la familia fue denegado. “Alegaron que Alejandro G.R. non era o suficientemente maduro”, dice la progenitora. Decidió asociarse (en Euforia) y presentó un recurso: “Pedimos explicacións: En que se basearon para dicir que o neno non era maduro se nunca falaron con el?”, cuestiona. En febrero de este año, aceptaron la reclamación y les dieron cita en el Registro. Fue clave la conversación que el juez tuvo con el niño. Carpio decidió que presentaba la madurez suficiente como para no necesitar informes de psiquiatría. “Dictaminou que Alejandro estaba no seu dereito á autodeterminación, que estaba nunha situación estable de transexualidade e que o seu entorno familiar, social e escolar acompañaba”, explica María Xosé. Este paso es todavía más novedoso que la ley que se votó ayer en el Congreso -que pretende despatologizar a las personas trans-, ya que la nueva medida no ampara a menores de 12 años. “É moi transgresor e sen dúbida vai marcar xurisprudencia”, indica. La nueva medida es más atrasada que la decisión del juez porque no ampara a personas migrantes o no binarias (que no se identifican el sistema de sexos hombre-mujer). “Parece que os avances sociais van por diante das propias leis, e con eles as necesidades da xente”, opina Rodríguez. Sin problema A nivel social, educativo y familiar “foi todo moi sinxelo”. La familia asegura que “hai un prexuízo social. Parece que nunca é o momento adecuado para que unha persoa exprese quen é realmente, pero cada un ten o seu tempo”. “Desde que ten cinco anos dicía que sabía que era un neno porque o tiña na cabeza”, recuerda la madre. En el caso de Alejandro G.R. expresó que se sentía varón desde muy pequeño. Se refería a sí mismo en masculino. “Cando medrou precisou comenzar a sentirse recoñecido por outros familiares, amigos e compañeiros. Ao facer unha manifestación tan clara de esta necesidade, decidimos actuar”, explica María Xosé. En el colegio se activó el protocolo de actuación de la Xunta y se le comenzó a llamar Alejandro. “Fixérono desde o primeiro momento, tanto alumnos como profesores. El é feliz e leva unha vida normal para un neno de oito anos”, señala. Jurisprudencia “Cando unha persoa fai algo transgresor motiva que outras o fagan despois”, dice María Xosé sobre el juez que firmó el auto. “Hai que atender as necesidades específicas das persoas e entender que non todo o mundo se rexe polo mesmo. Por exemplo, non todo o mundo necesita hormonas ou operarse”, señala la madre. Las claves del auto de Alejandro Los principales motivos por los que Darío Carpio dictaminó a favor de Alejandro son su “suficiente madurez” y su “situación estable de transexualidad”. En relación a lo primero, Carpio explica que “la minoría de edad del demandante no le priva de legitimación para solicitar la rectificación de la mención registral del sexo, si tiene suficiente madurez y una situación estable de transexualidad”. En relación a ello, durante la entrevista que mantuvieron pudo constatar que es “un menor muy despierto” que, además, “obtiene muy buenas notas”. También afirma haber tenido en cuenta que “piensa desde hace muchísimo tiempo como varón” -con cinco años se lo manifestó a sus padres-. Además, el magistrado, también sopesó el contexto actual y el hecho de que la familia no quisiese presentar un informe psicológico: “Se ha de tener en cuenta el claro aumento de estas demandas como conjunto de la sociedad que ha llevado a la necesidad de disponer de una nueva legislación, que indica que la rectificación en ningún caso puede estar condicionada a la exhibición de un informe psicológico”.