Una jueza abre una vía a legalizar el edificio junto a la iglesia de San Lázaro

El inmueble de planta baja y seis alturas junto a la iglesia de los franciscanos, en el parque de San Lázaro, tiene una nueva oportunidad para evitar la demolición y así posibilitar la venta de los pisos aún no vendidos tras una inversión de cuatro millones de euros. El derribo se amparaba, entre otras razones, en las irregularidades en la fachada que da a la calle Cardenal Quevedo: se apartó del proyecto inicial al ejecutarse ventanales en toda su extensión que no figuraban en la licencia en su día concedida. Un asunto que colea desde 2019 con varios frentes judiciales y que llegó a requerir una comisión de investigación municipal por la desaparición de 14 folios del expediente en el departamento de Urbanismo. La jueza del Contencioso número 1 estimó parcialmente el recurso interpuesto por el promotor, Benito López González S.A., contra el decreto en su día firmado por el edil de Urbanismo del PP, José Jesús Cudeiro. El fallo lo anula y ordena que se retrotraiga el procedimiento de reposición de legalidad urbanística “al momento anterior al dictar la resolución” para verificar si las obras son susceptibles de legalización y, en base a ello, se dicte una nueva resolución en la que el constructor, en el plazo de tres meses, presente la licencia de las obras que sean legalizables. En un primer momento, el ente local denegó el documento de fin de obra por introducir cambios en la licencia inicial sin valorar si eran legalizables o no, exigiendo un nuevo proyecto de modificado de la primigenia licencia y que contemplase todo el edificio. A partir de ahí, se judicializó el asunto al serle denegada la licencia de ocupación (el TSXG dio la razón al Concello), además de incoarse un expediente de disciplina urbanística por realizar variaciones sin licencia en el que se acordó la demolición. “Son variaciones sustanciales, vale, pero no hay un informe que me diga si los vuelos y el pilar estructural junto a la iglesia es legalizable o no”, explica el letrado del demandante, Antonio Feijoo Miranda. A efectos prácticos, ahora queda sin efecto la orden de desalojo -no se le había dado al edificio licencia de ocupación-, añade .El abogado entiende que los voladizos pueden ser legalizables, como ocurrió en otros casos: “Solo pedimos el mismo trato que al resto (promotores)”. Aunque la sentencia del Contencioso admite recurso de apelación ante el TSXG, el constructor pedirá la ejecución provisional para que el ente local mueva ficha.