El Volvo XC90 de Roy y Bernardo D.L. ha cambiado de garaje: ha pasado del depósito de la Policía Nacional, en donde estaba precintado desde hace casi dos años, a la Comandancia de la Guardia Civil de Ourense en Santa Mariña, en donde una grúa lo llevó hasta allí a primera hora de la tarde de este lunes para que sea inspeccionado por un equipo especializado llegado desde Madrid. La titular de Instrucción 3, Eva Armesto, acordó en una diligencia notificada la semana pasada el examen a fondo del coche en busca de rastros biológicos de Celso Blanco, el policía que apareció muerto en abril de 2016 en su despacho de la comisaría.Los hermanos gemelos están investigados por el presunto asesinato.
Pese a que el vehículo fue rastreado en tres ocasiones anteriores -las dos primeras con motivo de la detención de los hermanos en enero de 2018-, solo se tomaron muestras de la moqueta del maletero, en donde aparecieron rastros de sangre no humana (los investigados habían dicho que pertenecía a un cerdo sacrificado en la matanza). En febrero de este año, especialistas del laboratorio de criminalística de la Guardia Civil revisaron el interior del todoterreno durante cuatro horas para la recogida de muestras. Ahora, la instructora pretende concluir y saber si hay sangre del fallecido en ese Volvo, residuos de disparo o incluso pruebas (falta por aparecer tres de las armas sustraídas en el búnker).
