El empresario estaba con su mujer, hija y nieto y temió por su vida porque uno de los asaltantes llevaba pistola
La intervención quirúrgica de uno de los inculpados obligó a suspender el juicio fijado por el Penal 2 en el que la víctima se encaró con los asaltantes por temor a que saliera mal parada su familia. El dueño de la parrillada “Eche o que hai”, en Santa Cruz de Arrabaldo, se encontraba en ese momento en compañía de su mujer, hija y nieto.
En este procedimiento penal figura como acusados el vigués Óscar Avelino V.A. así como los ourensanos Javier B.Q. y José P.A., todos ellos investigados por un robo con intimidación que resultó frustrado al plantarle cara el hostelero. En total, la acusación pública reclama un total de nueve años y medio de cárcel (penas entre los tres y tres años y medio para cada uno).
Los hechos sucedieron el 3 de septiembre de 2019 a una hora sin clientela, cerca de las nueve de la noche cuando procedían a sumar la recaudación. La fiscal asegura que, mientras José quedó en un coche para vigilar, sus acompañantes entraron a la parrillada de la calle Albaredo con los rostros cubiertos, Oscar Avelino, según esa versión, llevaba una pistola simulada. La víctima asegura que fue quien dijo al entrar: “Es un atraco, al suelo, manos arriba”.
El hostelero aprovechó un descuido de los asaltantes para sujetar una silla del local con la que golpeó a uno de los atracadores, que cayó al suelo. Este percance ahuyentó a los dos ladrones, que se dieron a la fuga y se introdujeron en el coche en que había quedado el conductor.
La fiscalía acusa por un robo con intimidación intentado, pero aplica la agravante de uso de disfraz para los tres. A Óscar Avelino le pide algo más de pena porque también le añade la agravante de reincidencia. En noviembre de 2020, el Juzgado número 2 de lo Penal de Salamanca lo condenó por un delito de robo con violencia e intimidación a cuatro años, dos meses y 16 días, una pena que comenzó a cumplir en el verano de 2015 y la concluyó en octubre de 2019.
Los tres imputados fueron detenidos por la Policía Nacional poco después porque los perjudicados pudieron dar el modelo del coche en el que huyeron los sospechosos. Un día después, agentes municipales localizaron el coche en la ciudad e identificaron a los ocupantes, pero no los relacionaron con el atraco en Arrabaldo por falta de coordinación policial.
Posteriormente, se cruzaron los datos y se localizó a los inculpados en dos días diferentes. En ese momento, el juez de guardia ordenó el ingreso en prisión provisional de Óscar Avelino, a quien le constaban 21 detenciones previas en su historial policial.
