Los acusados pretendían 'doblegar su carácter' para que obedeciera

A juicio por encerrar en un cobertizo a un menor

La casa en la que estuvo retenido el menor de edad, en la ciudad. (Foto: JOSÉ PAZ)
Paulo Rafael da Silva Freitas y Francisco Javier González Pereira se sientan hoy en el banquillo de los acusados por un delito de detención ilegal y tenencia ilícita de armas (sólo el primero), por los que la fiscal reclama penas que oscilan entre los cuatro años y medio y los tres de cárcel. Según la acusación pública, ambos encerraron durante una noche y una madrugada a un menor luso con el fin de 'doblegar su carácter y voluntad' en la primera noche que pasaba en España.
El joven, de 15 años, había venido a la ciudad de Ourense tras escaparse del colegio de San Joâo de Vizela, entre Guimarâes y Oporto. Según parece, se ofreció a trabajar para Paulo Rafael da Silva en labores domésticas y de labranza.

La fiscal sostiene que ambos acusados encerraron a la víctima en un cobertizo, anexo a su vivienda, que se encontraba en pésimas condiciones de salubridad. El propósito, según recoge en su escrito de calificación provisional, no era otro que procurar que el menor 'obedeciera y acatara las tareas que en adelante iban a encomendarle'.

La representante del ministerio público también acusa a Paulo Rafael da Silva Freitas de tenencia ilícita de armas porque disponía de una en su domicilio, en concreto un revólver en perfecto estado para su funcionamiento. En el registro, la Policía Nacional también se incautó de 39 cartuchos.

La detención de los acusados abrió por parte de las fuerzas policiales una investigación para tratar de averiguar si tras este caso se escondía una trama de tráfico de seres humanos entre Portugal y España, una línea de investigación que finalmente fue desechada por falta de indicios sólidos que permitieran acreditarlo.

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