Julio Espino (44 años) trabajaba en el sector de la construcción, que está desde hace años en caída libre. Con la llegada de la crisis del ladrillo se quedó sin empleo y, tras un año de búsqueda sin resultado, decidió 'reciclarse'. Lleva apenas dos días con su nuevo negocio, una pequeña tienda de ultramarinos que ocupa dos puestos de la planta baja del mercado, cuya cesión adquirió beneficiandose de la campaña para emprendedores de la plaza.
'Me dieron todas la facilidades de financiación' señala el emprendedor quien añade que 'estuve mirando locales en otros sitios pero el alquiler era muy alto'.
Espino, que solicitó la prestación de desempleo que le quedaba acumulada para empezar su nueva aventura laboral, reconoce 'se está adaptando a su nueva faceta', aunque cuenta con el apoyo de su mujer -empleada de una pescadería del mercado- para asesorarle.
No puede hacer todavía valoración, pero espera abastecer 'a los propios trabajadores de la plaza y a la gente que acude a los puestos de productos frescos'.
Espino, que solicitó la prestación de desempleo que le quedaba acumulada para empezar su nueva aventura laboral, reconoce 'se está adaptando a su nueva faceta', aunque cuenta con el apoyo de su mujer -empleada de una pescadería del mercado- para asesorarle.
No puede hacer todavía valoración, pero espera abastecer 'a los propios trabajadores de la plaza y a la gente que acude a los puestos de productos frescos'.
