El calor achuchó a los ourensanos durante el mes de julio, sufriendo las consecuencias de superar los 30 grados prácticamente todos los días e incluso rozando o superando los 40 en otros. Julio de 2020 se convirtió en el más caluroso de la historia de la provincia, desde que hay registros en 1973, situándose con una media de 34,7 grados. Esta cifra es un récord, ya que supera la máxima recogida hasta la fecha en 1989, que se situó en 33,8 grados.
El mes se despidió con las altas temperaturas que acompañaron durante sus 31 días, dejando paso a un agosto con unas temperaturas máximas algo más frescas. Esto se terminará a partir de mañana, cuando los mercurios se sitúen de nuevo en los 37 grados de máxima con la llegada de una masa de aire africano y una nueva alerta amarilla, que rozará los 40 el jueves. Hoy las temperaturas continuarán ascendiendo a los 34 grados, aunque la mañana se mantendrá fresca a causa de la niebla que también se mostró en los últimos días.
Con estas cifras se mantiene la tendencia alcanzada en el mes de julio, con una media diaria que supera con creces los 30 grados. Por otro lado, las mínimas se situaron en los 16,1 grados, una temperatura muy similar a la alcanzada en el 2019 y muy lejos del mínimo histórico de 1974 con 13 grados.
Mes sin lluvias
Julio también fue un mes falto de lluvia, en el que cayeron 0,4 litro por metro cuadrado. Estos datos dejan uno de los meses más secos en este verano marcado hasta el momento por el calor. Las previsiones para los próximo días, aunque contemplen algunas nubes de evolución, siguen sin predecir lluvias.
