REPORTAJE

Coronavirus en Ourense | Juntas vencen la batalla al virus

Carmen y Julia (arriba) recibieron ayer el negativo. En las otras imágenes, otros residentes también curados, con el personal de la residencia.
photo_camera Carmen y Julia (arriba) recibieron ayer el negativo. En las otras imágenes, otros residentes también curados, con el personal de la residencia.
Julia y Carmen son dos hermanas de la residencia Divino Maestro recuperadas de COVID-19. Ambas se contagiaron a la vez: "Pasan todo el tiempo la una con la otra". Ahora, unidas, celebran que derrotaron al virus

Las buenas noticias siguen llegando a la residencia Divino Maestro de la Fundación Rosendo. Aunque la lucha continúa, la esperanza florece con la recuperación de nuevos usuarios y trabajadores de la COVID-19. Este jueves recibieron el alta 12 usuarios y 3 trabajadores, lo que da más fuerza para librar la batalla. 

Entre ellos hay dos mujeres luchadoras que podrán contar a sus familiares cómo se acaba con el virus. Julia y Carmen, de 90 y 88 años, son dos hermanas que llevan años en esta residencia. Ambas se contagiaron y ahora forman parte de ese gran número de recuperados que cada día crece. "Pasan todo el tiempo la una con la otra y así se contagiaron y ahora también se curaron a la vez", cuenta Mónica Pereiro, directora de este centro de la Fundación San Rosendo.

El negativo que dieron ayer les sirvió para reencontrarse, ya que todos los usuarios estaban separados para evitar nuevos contagios. Juntas pudieron disfrutar de ganar esta lucha que vivieron de forma diferente. "Julia fue la que comenzó a encontrarse mal, presentó algunos síntomas de forma muy leve, luego ya se mantuvo bastante bien", explica Pereiro. Por otro lado, Carmen no presentó indicios de contagio: "Estuvo siempre asintomática, descubrimos que era positivo con los test masivos que realizamos entre todos los residentes", relata.

De este modo engrosan la historia de su vida que narrarán a sus hijas respectivas en cuanto las puedan ver. "Tienen una familia fantástica, pendientes siempre de ellas y agradecidas por todo", indica Pereiro. Una tarea fundamental que llevan a cabo cada día es la de darles información a los familiares de todos los residentes, positivos o no, paliando la falta de visitas con otros recursos: "Intentamos compensarla con videollamadas con sus familias para que se vean y hablen. Si no pueden hacerla enviamos un vídeo y que se vean de alguna forma", dice Pereiro.

En este periodo de confinamiento, más duro para estos residentes, esta herramienta ayuda porque se "entristecen" por la falta de contacto familiar. Por el momento continúan con el sistema que tiene divididos en una planta a los recuperados y a los negativos, mientras que en otra se encuentran los positivos. "Evitamos totalmente que estén en contacto y, cuando se acabe el estado de alarma, haremos nuestra desescalada según nos indiquen", comenta la directora. Con esta situación pusieron patas arriba la estructura de la residencia al llegar el resultado final de positivos, lo que la convirtió "casi" en un hospital. 

Los residentes que siguen con positivo se recuperan favorablemente, entre los que se encuentra una mujer de casi 102 años: "Esperemos que su próximo test sea negativo", desea Pereiro. Con una media de 90 años, los usuarios de Divino Maestro reflejan su fortaleza en esta pelea en la que no están solos. "Somos un equipo excelente que lo da todo para superar esta situación cuanto antes", afirma Pereiro. La directora destaca el esfuerzo "increíble" que ponen a diario y el apoyo incondicional de los axilares de geriatría: "Los aplausos deberían ser para todo el equipo, porque esto lo logramos gracias a ellos y el éxito es suyo".

Los que continúan en recuperación, pese a su edad avanzada y a tener cuadros con pluripatologías, evolucionan "positivamente". Unos más pronto que otros, irán ganando al coronavirus como premio al esfuerzo del equipo formado en Divino Maestro. 

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