Ana J.G. fue juzgada por un hurto, delito agravado por su reincidencia, por el que la fiscal pidió un año y tres meses de prisión. Según la acusación, la mujer engañó a una anciana vecina de su mismo inmueble con el pretexto de quitarle de encima un maleficio porque su nieto quería matarla. Para ello, le pidió que le entregase varias joyas, que metió en una bolsa de plástico cortada en tres trozos que repartió por el resto de la casa, advirtiendo a la víctima que no podía tocarlas durante un mes para que surtiera el efecto deseado.
La inculpada cogió la bolsa con las joyas en un descuido, según la fiscal, y cobró a la anciana 100 euros por su intervención.
