El vicepresidente de la Xunta visitó la sala Gesell para evitar momentos traumáticos a los menores
El edificio de juzgados de O Couto dispone desde hace dos años de una sala Gesell. Una pequeña habitación en las dependencias reservadas a los forenses pero con una decoración más amable y menos administrativa: muchos dibujos de animales y niños con dientes grandes pintados en la pared. También hay juegos o una pizarra para que los menores que van a ser interrogados -víctimas de delitos- se sientan en un ambiente más seguro y protegido dentro del espacio judicial reservado a su exploración.
El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, acudió este martes a Ourense para conocer cómo funciona la primera sala de estas características que hay en Galicia. Incluso asistió a una demostración figurada en la que el director Xeral de Xustiza, Juan José Martín, y la delegada de la Xunta, Marisol Díaz, hicieron de víctimas, contestando a las preguntas del juez decano, Leonardo Álvarez, y el forense Julio Jiménez, situados en una sala de observación. La única interlocutora con los improvisados actores, tal como ocurre en los casos reales, fue la psicóloga del Imelga a través de un sistema de videoconferencia.
Este sistema permite a los testigos declarar en el ámbito judicial una única vez, evitando que la víctima, sobre todo en los delitos de especial gravedad como los de naturaleza sexual, sufra ese peregrinaje por el sistema judicial.
Además, las áreas de exploración y observación tienen accesos distintos para evitar la confrontación entre el presunto agresor y las víctimas (menores, personas con discapacidad o necesitadas de especial protección, así como víctimas de violencia de género).
Rueda destacó que está prevista extender la instalación de las salas Gesell -la de Ourense costó 17.000 euros- de manera progresiva en edificios judiciales de otras ciudades como en el de A Parda de Pontevedra, en la futura Ciudad de la Justicia de Vigo o en los juzgados de Santiago.
Ahorro energético
La presencia del vicepresidente de la Xunta en el edificio de juzgados sirvió para conocer más detalles del proyecto de mejora energética y que dará luz verde en todo el inmueble pese a que solo hace cuatro años que se inauguró tras un inversión de 17 millones de euros. Rueda avanzó que tendrá un coste que ronda los 400.000 euros, aunque, además de las ventanas, también incluye la sustitución de luminarias. Está previsto que se licite en octubre y las obras terminen antes del verano de 2020.
