Magostos en Ourense

Kits de magosto contra la morriña y las restricciones

Los negocios ourensanos se reinventan ante el San Martiño más atípico

La recta final para el San Martiño más atípico, marcado por la pandemia, toca de lleno a los negocios que en estas fechas se suelen beneficiar de la fiesta patronal de Ourense. Toca reinventarse y apostar por los magostos en casa, en familia. Así lo reivindican desde la Plaza de Abastos de la ciudad, que hoy espera que sea el día "grande" de ventas para los preparativos de magostos familiares, aunque reconocen que el bajón en las ventas, mermado por la prohibición de reuniones sociales, es evidente. Otros sectores como panaderías, pastelerías e incluso nuevos modelos de negocio buscan también fórmulas para atraer al cliente y que no se pierda la tradición.

Fiestas en fincas familiares

"Las ventas están un poco flojas, no tiene comparación con otros años, pero somos optimistas y de cara a mañana (por hoy) que la gente por lo menos no se pierda la tradición y al menos que entre convivientes celebre el magosto. Intentamos fomentar que sea desde casa. Muchos vienen a comprar aquí si tienen finca, porque se animan si hace buen día", explica el presidente de la Asociación de Comerciantes de la Plaza de Abastos, Emilio González, que regenta Cárnicas Milucho. "Esto otros años ya era una auténtica locura. Con las ventas de estos días, hacías el mes. Contamos con que sea flojo y estamos expectantes con Navidad, trataremos de reinventarnos", dice González. Con todo, anima a los ourensanos a comprar en el comercio local "y salvar la tradición". Desde la Praza de Abastos, los comerciantes fomentan estos días la campaña "Magosto en casa" para salvar, aparte de la tradición, a los pequeños negocios que en noviembre solían centrar el grueso de las ventas con las fiestas de las castañas.

Tartas de San Martiño

Las pastelerías ourensanas preparan estos días las famosas tartas de San Martiño, postre típico de la fiesta de los magostos. Arturo Prado es el presidente de la Asociación de Pasteleros de Ourense y responsable de la confetería Anduriña. Le busca el lado positivo a la situación tocada por el covid: "Puede que se vendan más tartas y dulces porque la gente no puede hacer los magostos con amigos. Pero la cosa está fastidiada, nuestro 70% del trabajo es con la hostelería y ahora está cerrada", dice Prado. Con todo, buscan reinventarse para estas fiestas y apuestan por otros productos relacionados con el otoño y los magostos. "Aparte de la tarta de San Martiño pueden llevar bicas de Trives o una larpeira de bizcocho de frutos secos", explica el pastelero.

autentica

Para gallegos en el exterior

Ana Jiménez es la responsable del obrador Auténtica Ourensá, en Vilar de Astrés. Por motivos personales, cerró una tienda en la ciudad y le tocó reinventarse. "Nos hemos reciclado, en el obrador queremos vender producto ourensano, como lo hacían nuestras abuelas, para afuera", explica. Aunque abrieron en febrero–llegó el estado de alarma–y no se han puesto a funcionar hasta ahora. Pensaron en cestas de Navidad para los ourensanos que no pueden volver a casa, pero se acordaron de los magostos. "Como cada vez la cosa está peor, aparte de las cestas de Navidad, pensamos en llevar el magosto a la gente que vive fuera o aquí, si vive solo, para que pueda hacerlo en casa. La idea es que la gente no se venga abajo con la moral, que disfrute de la tradición", explica Jiménez. El kit incluye tarta de San Martiño, bica, castañas, galletas de canela, chocolate a la taza, pan de castaña y chocolate, vino, chorizos... Y hasta la receta para hacer castañas en horno o microondas y cantos populares del magosto. "Es una experiencia gastronómica, mucha gente lo está comprando para regalo y hay dos opciones, dulce y dulce y salado", anota Jiménez.

Parecida es la  idea es la de Aline Silva, responsable de la empresa de experiencias gastronómicas y turísticas Slow Travel Life. "La idea del magosto en casa surgió porque trabajo siempre con colaboradores de la zona. La cesta del magosto la hago con la Adega Eloi Lorenzo. Reunimos productos de calidad y la historia de una familia. Aparte de castañas de Parada de Sil, embutidos tradicionales, vino...Va la receta de lacón con grelos de su bisabuelo", dice Silva. 

“Si la gente no puede venir, que Galicia vaya a ellos"

Aline Silva, de Slow Travel Life, colabora con una bodega de O Ribeiro para enviar cestas de magosto en casa. Son 50 kits limitados que van más allá de los productos típicos de la fiesta."Es reivindicar el alma del magosto. Ya estamos trabajando para cajas de Navidad y Fin de Año. Una vez que la gente no puede visitar Galicia, que Galicia y sus productos vayan a ellos", cuenta esta emprendedora. "Con las cajas del magosto quisimos alcanzar a gente de toda España. Estamos enviándolas a Murcia, Salamanca, Barcelona, Málaga...Hay mucha gente que regala el kit para gallegos que están fuera", dice Silva. En la misma línea, Ana Jiménez, del obrador Auténtica Ourensá, manifiesta que "se trata de enviar nuestros orígenes no solo a gente que vive en España, también en Europa. Mucha gente las compra para hacer un regalo a los que viven fuera, y también muchos que no tienen aldea". 

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