Desde el otro lado, la carencia de información sobre sexualidad es patente: "Sigue siendo un tabú con padres y profesores, no entre nosotros, pero no se habla con los demás". Además de utilizar recursos a través de internet, también reconocen preguntar a amigos más mayores –o con experiencia sexual– o a hermanos.
"En mi colegio no recuerdo que nunca habláramos de sexo, igual es porque es religioso", reflexiona una adolescente ourensana de 16 años. En su caso, las primeras veces que habló del tema fue con su grupo de amigos. "Yo en concreto no busqué nada, pero si que mucha gente usaba internet o le preguntaba a amigos más mayores", asegura. La joven asegura que ha encontrado diversos blogueras que hablan con "naturalidad" del sexo: "Me parece una buena forma de quitar el tabú que hay, ellas hablan del tema en su perfil, a veces contestan dudas... Creo que es muy positivo". Actualmente consulta sus dudas con su madre, con sus amigos y a través de internet, aunque "escogiendo las páginas adecuadas".
Nombrar correctamente
La psicóloga Noa Tilves explica cómo las palabras que utilizan mayoritariamente para buscar sus dudas en la red los redirigen a páginas no especializadas: "Normalmente, nomean aos xenitais polas palabras vulgares, polo que directamente acaban en foros non especializados onde moitas persoas dan a súa opinión sen ningún tipo de coñecemento, o que pode acarrear máis cousas malas que boas".
Por su parte, Raquel Grañas recuerda la importancia de "llamar a las cosas por su nombre": "Desde pequeños hay que explicar cuáles son los nombre de los genitales y de todas sus partes, que conozcan lo que tienen. No vale de nada contarles historietas o mentiras, porque quien pone el tabú ahí eres tú, no tus hijos".
