Manuel Cao. Vigilante de la Catedral de Ourense

Los ladrones suelen aprovechar las visitas turísticas para robar

Manuel Cao.
La Catedral de Ourense está dotada de dispositivo de alarma y sensores eléctronicos para alertar de posibles robos. El templo, además, dispone de fuertes portalones y gruesas rejas en todas las ventanas. Manuel Cao se encarga de su custodia y pese a la seguridad no puede evitar pequeños hurtos.
¿Revisan el templo al llegar la noche para cerciorarse que no hay ladrones escondidos?

Sí, lo hacemos a diario, cuando cerramos al mediodía y después por la noche. Revisamos todas las esquinas y lugares sospechosos. Nunca se quedó nadie escondido en el interior con la intención de robar, salvo que en una ocasión un turista se quedó encerrado en el interior por un despiste.

¿Registran muchos robos?

Hace tiempo que robaron la corona de una virgen y varios objetos de valor, pero en los últimos años no tuvimos robos, salvo que algún que otro ratero aprovecha las visitas de los turistas para sustraer el dinero que hay en los cepillos.

¿Serán pequeños rateros?

Sí, son personas que necesitan el dinero y ya los tenemos controlados. Nada más entrar en el templo, si nos percatamos, los echamos a la calle.
¿Funciona bien el sistema de alarma?
Sí, de momento no suele haber muchos problemas y funciona correctamente. La empresa que las instaló suele revisarlas con mucha frecuencia y esperemos que no salten por un robo de objetos de valor, porque sería una gran pérdida para todos los ourensanos.

¿La alarma está instalada en toda la Catedral o sólo en las puertas?

Los sensores detectan cualquier movimiento en todo el templo cuando está cerrado.

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