Semana Santa

Los "larpeiros" desvalijan las confiterías

Ourense 1/4/21
Reportaje en pastelería por jueves santo

Fotos Martiño Pinal
photo_camera Ambiente en el interior de la céntrica Confitería Milhojas durante la mañana de ayer. (Foto: Martiño Pinal)
Esta Semana Santa, los ourensanos se echan a la calle en busca de las mejores monas, y las variadas referencias culturales de los huevos de Pascua nos dan una idea de qué pasa por la cabeza de los más peques de la casa. 

El pasado año, la Semana Santa cuadró con las confiterías cerradas. En esta ocasión ya cabe el alivio del dulce. Eso sí: como ya ocurriera en Reyes, las roscas siguen siendo más pequeñas de lo usual, por la limitación a las reuniones sociales, así que su tamaño medio se reduce "salvo que sexas moi larpeiro, porque como están boas vanse comendo e un só tamén as zampa", precisan desde Confitería El Couto. Su encargada, María Hernández, lamenta que la recaudación "no resiste comparaciones con la de 2019. Se nota mucho la falta de turistas".  No obstante, siguen llegando nuevos clientes en busca de roscas, monas o huevos de Pascua. Este año vendieron, entre otras cosas, decenas de mandos de la Play de chocolate -de la 4, precisan-, postres inspirados en Fortnite, uno de los videojuegos de mayor éxito en los últimos años e incluso unicornios, ya casi un clásico. "Nunca fallan", añaden. 

En la Confitería Milhojas también triunfa el surtido de productos tradicional para estas fechas. Con un aforo de un par de personas debido a la normativa sanitaria, los clientes van entrando  "paseniño", en un goteo constante, y vuelven a casa con las manos ocupadas. 

Martín Sousa está a cargo de este local y del diseño de la infinidad de chocolates que decoran sus estanterías a la espera de un dueño, ya sea en forma de cocodrilo, su favorito personal, oveja o serpiente. La mayoría se han reservado ya, y además estima entregar unos 500 roscones en estos días de celebración. ¿Y qué coge fuerza? "Los chocolates", asegura. Aunque parezca imposible, cada año a los niños les pirran más. 

A Confitería Miguel también llegan numerosos clientes, y figuras de personajes clásicos (entre otros, Mickey Mouse) y nuevos valores (por ejemplo, Peppa Pig) comparten estantería y sabor dulce.

Te puede interesar