Leonardo Álvarez: "Los juzgados civiles, con menos funcionarios, están discriminados"

El magistrado Leonardo Álvarez Pérez (53 años) fue reelegido decano en la junta de jueces de Ourense celebrada al mediodía. Fue el único candidato que se presentó, afrontando su tercer mandato. Ayer, fue su mejor día de los próximos cuatro años. ¿A la tercera va la vencida? Decidí continuar por dos razones. En primer lugar, para prolongar un poco la gestión de estos últimos ocho años y, en segundo, porque tenía la sensación que entre los compañeros no había interés y, por ley, si nadie quiere ser decano tiene que asumir el cargo el más antiguo del escalafón. Una faena si no quieres. ¿Hay que comerse tantos marrones para que no resulte atractivo el cargo? Depende. Los últimos ocho años fueron complicados: dos huelgas, cambio de edificio judicial, pandemia… Vamos a confiar que esta “legislatura” sea más normal. ¿No le llama la atención que con un 78% de juezas en Ourense no haya rival femenina? No creo que influya el sexo. Será porque no les apetece o no tienen especial interés. En Pontevedra y Lugo hay decanas. ¿Lo mejor y lo peor del último mandato? Lo peor, la pandemia. Una época de sobreinformación, muchas dudas, cuestiones, preguntas … y hubo que afrontar problemas para los que no estábamos preparados. No había medidas, hubo que elaborar un protocolo para afrontar el riesgo del covid en el edificio y coordinar a todos los que aquí trabajamos. Una época muy difícil. El mejor momento, cuando te eligen. Te llenas de satisfacción y el ego se te viene arriba (risas). Además, quiero creer que si no se presentó nadie más es que los compañeros respaldan mi gestión. ¿Además de la pandemia no guarda un mal recuerdo por la decisión de la Audiencia de tumbar la instrucción de la operación Zamburiña, con policías imputados, que tanto dolor de cabeza le dio? Esa instrucción no guarda relación con el decanato. Pero, además de ser decano, es el juez titular de Instrucción 1… No es el momento. ¿Qué asignaturas tenemos pendientes en Ourense a nivel judicial? Mis competencias son limitadas, pero estoy aquí para sumar y respaldar peticiones. Pero mi prioridad es que Ourense, como capital pequeña que es, tenga voz y voto, porque a veces solo se escucha a las grandes ciudades. Hay que acabar de digitalizar todas las salas de vistas, y es una absoluta prioridad que todos los juzgados de instancia tengan los mismos funcionarios que el resto de capitales gallegas. Y pelear por otro juzgado de primera instancia. Hay que seguir trabajando en el expediente digital y ver la posible comarcalización del juzgado de violencia, lo que conllevaría la creación de otro juzgado de instrucción. Desde TSXG y Xunta no se considera prioritario un juzgado exclusivo de violencia sobre la mujer y sí uno comarcal en Santiago. Y eso que hubo voces que lo pidieron. Estoy convencido de que el de Santiago producirá un efecto llamada, y se comarcalizarán otros. ¿Tiene la sensación que se discrimina a Ourense? Sí en lo que referido al número de funcionarios. Santiago, Coruña … tienen juzgados con un funcionario más con el mismo volumen de asuntos. No hay justificación ni razones objetivas. Siempre que hay algún problema se toma como referencia a las grandes capitales, pero a veces los problemas de un partido judicial pequeño son otros. Aquí se especializó un juzgado en cláusulas suelo sin ser necesario. Aprendí del anterior decano, Antonio Piña, que Ourense se debe hacer oír. Desde entonces se nos tiene más en cuenta, pero hay que estar ahí. ¿En estos dos últimos mandatos -ocho años- barrió algo para casa? Colaboré en la creación de un juzgado más de instancia, se abrieron las ventanas, se digitalizaron las salas de vistas, se pusieron el día los dos juzgados penales y el de Familia y ahora se acaba de elaborar un protocolo de atención a la víctima de violencia para que sepa sus derechos. ¿La huelga de letrados judiciales lo complicó todo? Cualquier huelga supone una alteración de servicios. Ahora hay que poner un plus por parte de todos para poco a poco recuperar. En ocho o nueve meses, estaremos ya como antes de la huelga.