Religión | Entrevista

Leonardo Lemos: “Tenemos joyas para proteger y mostrar, no pueden estar ocultas"

OURENSE (OBISPADO). 15/11/2018. OURENSE. Retratos de Monseñor Leonardo Lemos, obispo de Ourens. FOTO: ÓSCAR PINAL
photo_camera El obispo, Leonardo Lemos. (Foto: Óscar Pinal)
Activar el museo de arte sacro es uno de los objetivos en los que trabaja el obispo de Ourense

La crisis demográfica del rural ourensano obligó a implementar un plan de concentración en la ciudad de las joyas patrimoniales diseminadas por las iglesias de la diócesis, que ahora buscan estar al alcance de ourensanos y turistas. 

¿Cuándo nace este proyecto del museo de arte sacro?

Llevo coordinándolo los últimos tres cursos. Me gustaría mucho que pudiésemos llevarlo a cabo en un plazo de dos años. Si todavía no se ha hecho es porque no tengo las posibilidades administrativas y económicas para ello.

¿Inició usted el proceso de recopilación de piezas?

Es un trabajo que lo hace el Archivo histórico, dirigido por el canónigo archivero, Miguel Ángel González. Yo desde que llegué a la diócesis, con motivo de la visita pastoral, paso por las parroquias y me encuentro con verdaderas joyas que hay en  las parroquias de villas y aldeas. A los curas y vecinos los animo a custodiarlas bien, porque me duele cuando me dicen que alguna ha desaparecido.

El patrimonio es uno de los retos de la Iglesia en el Ourense vacío.

Es un desafío ante nosotros de cara a los próximos años. La gente deja las aldeas por las villas y ciudades, aunque luego regresen los fines de semana. Les gusta que se celebren allí actos litúrgicos y entierran a sus familiares en su cementerio parroquial natural. Valoran mucho el patrimonio, que desgraciadamente, a veces, desaparece.

Episodios como el de la Virxe do Cristal, ¿han funcionado como un aviso?

Es evidente que muchas de nuestras parroquias, especialmente del mundo rural, viven momentos difíciles porque no vive nadie en su entorno. La mayor parte de nuestras iglesias tienen mucho patrimonio histórico, por lo que hay que ponerlo a buen recaudo. A veces hay que dialogar con los vecinos porque no quieren entregar una talla del siglo XIV o XVII. Ahí, tenemos que hacerles entender que es necesario custodiarlas y crear una copia para la parroquia. 

Es clave la pedagogía. 

Los comprendo, porque no es fácil desprenderse de esas piezas que, de alguna forma, son parte de su propio patrimonio artístico y religioso. Al final, ellos lo entienden perfectamente porque, cuando desaparece una pieza, muestran un dolor muy fuerte. Cuando roban en un parroquia, no lo hace a la Iglesia sino a nuestra historia de patrimonio cultural. Tenemos que transmitir a las generaciones venideras lo que hemos recibido, a ser posible mejor de lo que nosotros recibimos.

¿Cuántas piezas tienen archivadas en el Obispado?

En estos momentos, si tuviésemos la estructura adecuada, se nos podría quedar corta. Tenemos obras realmente interesantes y no pueden estar ocultas.n

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