La letalidad del virus se redujo en la provincia del 6,5% de la primera ola al 1,8% de la segunda. Hasta los primeros días de julio, cuando apenas había incidencia de covid en el área sanitaria, eran 132 las personas contagiadas fallecidas, de las 2.016 diagnosticadas. Desde entonces, se han registrado 3.368 infectados, de los que 61 perdieron la vida.
La edad se presenta como uno de los principales factores de riesgo: el 47,1% de las personas fallecidas con covid tenían entre 80 y 89 años y el 32,6% superaba los 90. Las cifras se reducen notablemente en edades inferiores: 13,5% entre los 70 y 79 años; 3,6% entre los 60 y 69, y 3,1% entre los 50 y los 59. La letalidad es nula por debajo de los 50 años, al menos, en la provincia ourensana.
ASINTOMÁTICOS
La caída de las cifras de letalidad está relacionada íntimamente con la detección masiva de asintomáticos, la estrategia de las autoridades sanitarias en esta segunda ola.
En los primeros meses de la pandemia, la mayoría de los casos detectados se correspondían con personas con síntomas que realizaban la PCR. Desde julio, el Sergas busca en los contactos estrechos de positivos posibles asintomáticos, además de realizar cribados en barrios, superficies comerciales o sectores profesionales (como la hostelería o los temporeros).
La rapidez del resultado de las PCR es clave en esta segunda ola para evitar la expansión del virus. Desde el CHUO aseguran que en el caso de las pruebas prioritarias –usuarios de residencias o pacientes hospitalizados– el resultado se conoce en las primeras 24 horas, aunque desde los centros ya han reclamado en varias ocasiones más rapidez.
La búsqueda de asintomáticos o la rapidez del resultado de la PCR, algunas de las claves de la segunda ola
EXPERIENCIA
La experiencia previa de los profesionales tras lo sucedido en la primera ola también influye en la caída de la letalidad. Los sanitarios conocen más acerca de las complicaciones derivadas del virus y la posible evolución de los pacientes, por lo que los ingresos se realizan con anterioridad a los de la primera ola.
En cuanto a los fármacos, el jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del CHUO, Víctor López Ciudad, aseguraba a La Región en septiembre que "no ha habido grandes avances" en la medicación de los pacientes. Además, reconocía que la gravedad de los ingresados en la unidad de críticos del área sanitaria ourensana es similar a la de los pacientes de los primeros meses de la pandemia.
RESIDENCIAS
Los brotes registrados en residencias de mayores desde el inicio de la segunda ola han sido de carácter explosivo, y la mortalidad sigue siendo elevada entre los usuarios contagiados.
El centro de Os Gozos (Pereiro de Aguiar) alcanzaba ayer los 161 afectados, después de cuatro nuevos positivos en el último cribado, realizado el pasado sábado. Del total de usuarios contagiados, 14 perdieron la vida (3 en la jornada de ayer). En Val de Monterrei son 46 los mayores infectados, y hasta el momento se han registrado 9 muertes (uno en la última jornada). El centro de Lobeira alcanza los 33 afectados y Las Salinas, con 9, registró al menos dos personas fallecidas.
Desde la Sociedade Galega de Xerontoloxía y Xeriatría aseguran que "no ha cambiado en nada" la gestión de los centros sociosanitarios desde la primera ola. El colectivo pone de relieve la importancia de los centros integrados creados en la primera ola para atender a los usuarios positivos. Por el momento, Sanidade no ha anunciado la reapertura de este tipo de instalaciones.
