Dos violaciones en mes y medio, además de sendos robos violentos en Ourense a sus víctimas, le costaron a Benigno L.A. una condena de 22 años de cárcel. Un pintor oriundo de Entrimo que no tuvo miramientos para agredir sexualmente a una mujer a la que previamente contrató para un servicio sexual y, poco después, a una mujer de 73 años a cuya casa accedió para darle un presupuesto. Los hechos se remontan al verano de 2007 y la Audiencia de Ourense lo sentenció el 16 de julio de 2008.
El inculpado fue excarcelado el pasado miércoles porque la ley del “solo sí es sí” le redujo la pena cuatro años, dos por cada violación. Si entonces fue penado a seis años por cada agresión sexual (la extensión mínima que establecía una horquilla que iba de los seis a los doce años de prisión), con la revisión de su sentencia ese doble delito quedó en cuatro años por cada uno (la pena ahora contemplada va de los cuatro a los doce). Es decir, se le aplica la mínima pena del nuevo precepto.
Benigno pudo así abandonar la cárcel antes de lo previsto ya que hasta agosto de 2025 tenía cuentas pendientes con la justicia de no haber mediado la Ley Orgánica 10/2022 de garantía integral de la libertad sexual que entró en vigor en octubre del pasado año (ya había estado en la cárcel como preventivo desde que fue detenido en agosto de 2007 hasta junio de 2009, cuando el fallo de los jueces ourensanos adquirió firmeza).
Un servicio por 50 euros
Las dos agresiones sexuales ocurrieron el 5 de julio y el 18 de agosto de 2017. En el primer caso, la víctima fue una mujer de 62 años que ejercía la prostitución en la Alameda. Contrató un servicio sexual por 50 euros que realizaron en la casa del agresor. Pero no estaban concertados los hechos posteriores: la ató y la amordazó al tiempo que se apoderaba de las llaves de su casa. Acudió al domicilio de la denunciante y allí se apoderó de 400 euros en efectivo y numerosas joyas. Al regresar, la arrojó en la cama y la violó. La mujer no opuso resistencia por el temor que sentía. El agresor le entregó 25 euros y la llevó en moto hasta la plaza de las Mercedes.
Segunda violación
No tardó de nuevo en violar. Con la excusa de ofrecer un presupuesto a una jubilada de 73 años, logró acceder a su casa. En el interior, sacó un cuchillo y se lo colocó en el cuello para anunciar sus intenciones: “Te voy a robar y a violar”. La amordazó con papel de embalar, le inmovilizó los pies y manos para así robar sin ataduras. Se apoderó de 600 euros de la cartera, otros 3.000 que había en un sobre oculto en el armario de la habitación principal y valiosas joyas. Tras la sustracción, arrojó a la perjudicada en la cama y anunció su segundo paso: “Te voy a violar”. A continuación, le introdujo los dedos en el ano. Y lejos de mostrar un atisbo de compasión, le dio una patada en el trasero y le colocó dos pastillas en la boca pero la mujer no las tragó. La denunciante tuvo que recibir asistencia médica.
La sentencia de la Audiencia de Ourense también lo penó por dos robos con intimidación (cinco años por cada uno) y por una falta de lesiones. Las víctimas no cobraron la indemnización reconocida en la sentencia porque se declaró insolvente.
El condenado fue diagnosticado en su día de un trastorno de personalidad, pero esta patología no le redujo la pena. “No se infiere -recogía la sentencia- que los trastornos lo desconecten de la realidad ni le impidan conocer y comprender las consecuencias de sus actos, ni si pueden limitar el control de sus impulsos”.
Tres de los diez beneficiados en Ourense recuperaron la libertad
La entrada en vigor de la ley “del solo sí es sí” ha beneficiado hasta la fecha a 10 condenados por delitos sexuales, según se desprende de las sentencias dadas a conocer por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). Tres de ellos, tras la revisión, adelantaron su salida de la cárcel. El primero en salir fue Josué B.S., quien intentó violar a una joven oriunda de Hawai que practicaba deporte por el paseo del río Limia el 26 de septiembre de 2016. El inculpado salió de la cárcel en noviembre del pasado año.
Antonio E.B., el pederasta del gallinero, hizo lo propio el pasado mes. Había sido condenado por agredir sexualmente en dos ocasiones, en marzo de 2009, a una niña de once años.
El caso en que más se rebajó fue el de Benigno L.A., ya que se le redujeron dos años por delito, es decir, cuatro. Por contra, la Audiencia provincial denegó la revisión en dos casos.
