COMERCIO

La libertad de venta dejó a las rebajas sin gancho

La campaña estival de descuentos está pasando sin pena ni gloria, según los comerciantes. La libertad de venta de los excedentes ha desdibujado una actividad que a muchas tiendas les suponía un alivio económico. Hoy ya no.

Los comercios dejan en un puro formalismo el disparo de las rebajas del 1 de julio y 7 de enero, las dos épocas fuertes de descuentos. Ya no hay avalanchas, tampoco peleas por una prenda que tenga un precio irresistible. ¿Qué ha pasado?

EL DECRETO
El Gobierno decidió en julio del 2012 liberalizar el sector, acabando con la norma que regulaba los periodos de rebajas a unas semanas al año. Cualquier comercio puede desde entonces aplicar descuentos cuando lo estime oportuno. También aprobó otras medidas liberalizadoras como los horarios o las aperturas dominicales, no aplicadas por igual en todas las provincias.

SEGUIMIENTO
Las grandes superficies saludaron la medida como algo que les beneficiaría. Decían que, además, los consumidores tenían más oportunidades para comprar cuando quisiesen y al precio más ventajoso. Las tiendas pequeñas no disponían del oxígeno financiero ni laboral para abrir tantas horas durante tantos días y marcando sus mercancías con descuentos.

REACCIONES
El pequeño comercio pidió en reiteradas ocasiones que se regulase de nuevo la actividad, sin que sus propuestas tuviesen eco. La Confederación Española de Comercio llegó a respaldar la derogación de la regulación de la campaña de rebajas, pero ahora ha reparado que las ventas están lejos de ser las esperadas. Además, las ganancias tampoco son las apetecidas.

EN OURENSE
La reacción contraria al actual modelo es prácticamente unánime en las tiendas ourensanas. "Ya ni los primeros días hay ambiente", se lamenta Luis Rivera, el presidente de los comerciantes del centro de la ciudad. Cree que "las rebajas ya no tienen sentido y la venta es casi un caos todo el año".

CONSUMIDORES
El Gobierno pretendió con la liberalización del sector quitar corsés a la competencia e invitar al consumo a los compradores. Sin embargo, como razona el comerciante José Ramón, "lo importante es el poder adquisitivo del comprador y los sueldos no dan para más, por mucho que se pongan rebajas". Los compradores tienen, eso sí, la posibilidad de aprovecharse de los saldos que los comercios ponen en cualquier época del año.

RENTABILIDAD
En la práctica, a un mes escaso de arrancar las temporadas algunos establecimientos cuelgan ya carteles de descuentos. Esa práctica limita la rentabilidad de las tiendas y provoca un círculo vicioso en el que el cliente acaba siendo el gran protagonista: muchas compradores esperan unas fechas hasta que lleguen los descuentos. Un ejemplo: la ropa de otoño e invierno aparece rebajada incluso antes de que llegue el frío. 

OTRAS PROMOCIONES
Además, los comerciantes han importado modelos de otros países para captar el interés de los compradores a base de promociones especiales al margen de la temporada convencional. Es el caso de la Shopping Night, el cyber monday o iniciativas similares.

COMERCIO ELECTRÓNICO
Las rebajas, y en general la mayoría de las ventas del comercio, se están viendo condicionadas por el crecimiento exponencial del comercio electrónico. Muchos productos se buscan al mejor precio a golpe de ratón o de orden de compra desde el móvil o tableta sin esperar a que la tienda física de la ciudad decida aplicar descuentos. 

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