La feria aún tiene tres días por delante y las expectativas se están cumpliendo,"la gente se porta"
Justo en el ecuador de la feria del libro y con aún tres días por delante, los libreros comparten una sensación optimista y aseguran que "este año la cosa está yendo muy bien". Aún sin haber analizado números en profundidad, algo que dejan para el balance final de los seis días, sí coinciden en que "la gente se está portando muy bien, no sólo se acerca hasta nosotros, sino que también compra", y añaden que "ya se empezó a notar esta mejoría en las otras citas de este año, como en el día del libro, e, incluso en el de las letras galegas que, habitualmente no suele ser muy productivo".
En castellano, Julia Navarro continúa siendo una de las autoras más buscadas y en gallego "O último día de Terranova", de Manuel Rivas, y la obra de Manuel Gago, "O anxo negro" son algunos de los títulos elegidos por los lectores. La literatura infantil y juvenil también mantiene la curva ascendente en cuanto a demanda, y los pequeños resultan lectores exigentes.
Pero no sólo la literatura es la protagonista de esta feria. En la jornada de ayer, se unió al placer de paladear un buen vino, con la celebración en la carpa de una cata poética, que unió el libro de Carlos Abeledo "Lindes abrollos" con las explicaciones vitivinícolas de los responsables de la Adega Pousadoiro.
Hoy están previstos más encuentros con autores y el turno es para Marta Santos y Manuel Caldas que firmarán ejemplares y, además, se presentarán los libros "Versos en escala de grises", de Segismundo Fernández y "El códice de Clara Rosenberg", de Magdalena del Amo.
Lucía Cobo: “Los niños deben interpretar, no
hay que darles todo masticado"
Lucía Cobo firmó ejemplares de cuentos como "La Osa", cuyas ilustraciones son de su autoría.
¿Cuál es la importancia de las ilustraciones?
No hablamos de libros infantiles al uso, sino de álbumes ilustrados, donde la ilustración es fundamental, porque texto e imagen fluyen y funcionan como un ente indivisible.
¿Qué nace primero?
Van un poco a la par, porque nunca te dan un texto definitivo, siempre hay que ir cambiando pequeños detalles, pero suele ser primero el texto y luego la imagen.
¿Qué sucede si el texto no le dice nada?
Me ha pasado alguna vez. Pero no suelo rechazar ningún trabajo. Puede ser que un texto que a lo mejor no es tan bueno como se espera, crezca con la ilustración.
Mientras crea la ilustración, ¿piensa en los destinatarios?
No, porque a los niños no hay que tratarlos como si no comprendieran. Hay que saber encontrar el punto de conceptualización que pueden llegar a alcanzar e incluso pasarnos un poco. No interesa darle todo masticado, deben aprender a interpretar.
