RENOVACIÓN

El "lifting" de la ciudad espera, con una hucha de 100 millones

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photo_camera Los baches y la falta de mantenimiento en las calles, una de las quejas más frecuentes de los diferentes colectivos de la ciudad.

Las inversiones en infraestructuras y obras, bloqueadas pese a dispararse el ahorro del Concello

A la espera de la confirmación oficial que aporte la liquidación presupuestaria, pendiente de los últimos informes técnicos, del pasado ejercicio, todos los partidos políticos son conscientes de que hay un tesoro que todos saben dónde está, pero al que no se ha podido sacar el jugo que Ourense requiere y que debe convertirse en la auténtica clave para que la ciudad cambie de rostro.

Se trata de un ahorro de alrededor de 100 millones de euros, el denominado remanente de tesorería, ese ahorro del dinero en caja que se ha disparado en los últimos cuatro años por la escasa capacidad inversora desde el ámbito puramente municipal, que tiene consecuencia no solo en la falta de nuevas obras, sino también en el mantenimiento de calles y aceras.

"A cidade está paralizada, ter remanente só é a mostra dun erro, dunha xestión fatal", reflexiona la presidenta de la Agrupación Miño, Lorinda Fernández, un mensaje en la línea de su homólogo en la Federación Limiar, Manuel Mosquera, que recuerda los fallidos planes de obras que se plantearon en el pasado mandato y que tuvieron un bajo nivel de ejecución.

El primer paso, por tanto, debe ser el de reanudar las inversiones contempladas en esos planes, que tuvieron una dotación inicial de casi 13 millones de euros, con muchos de los proyectos ya avanzados y a los que se sumaron otros en el último tramo del año pasado.

En el primer punto destacan los primeros sistemas mecánicos para salvar el alto desnivel en barrios como la Cruz Alta, donde se proyectó un ascensor que espera por su diseño definitivo, pero también en O Couto, con un elevador entre el puente de Ervedelo y la rúa Avilés de Taramancos, a la espera de permisos de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil.

Son las actuaciones más llamativas, pero no las únicas, ya que el plan diseñado con la participación de los colectivos vecinales incluía muchas obras de arreglo y mantenimiento de calles en diferentes barrios de Ourense, similares a las propuestas por el grupo del PP y que finalmente contaron con el respaldo de PSOE y Ourense en Común. En esa lista están el arreglo del firme de tres calles muy deterioradas como son Bedoya (280.000 euros), Pardo de Cela (326.000 euros) y Nosa Señora da Saínza (428.000 euros); la reforma del campo da festa de Velle y sus calles de acceso (448.000 euros); una actuación en el Pozo do Inferno, en el barrio de As Camelias (253.000 euros); y la continuación del paseo del Barbaña entre La Molinera y la Plaza de Abastos (134.000 euros).


Procesos enquistados


En materia de inversiones, también hay diferentes proyectos enquistados que precisan un desbloqueo, sobresaliendo por ejemplo la situación de la Plaza de Abastos número 1, cuyo proceso de rehabilitación espera todavía por la adjudicación del concurso, condicionada por la dotación presupuestaria por los sucesivos retrasos. También está sin licitar la reparación de los contenedores soterrados, que están a punto de cumplir cinco años clausurados.

El problema no es la falta de fondos, ya que está acreditada la existencia de un ahorro considerable que necesita ser liberado. 


Las instalaciones deportivas, en los planes


El Consello Municipal de Deportes, que funciona como un organismo autónomo, también ha estado trabajando en los últimos meses en un plan de obras para mejorar infraestructuras y equipamientos deportivos, con actuaciones aprobadas por unanimidad que también precisan de la inyección económica pertinente para ser una realidad.

La adaptación del pabellón de Os Remedios para aprovechar el agua termal de As Burgas después de la renovación de la canalización, una nueva cubierta de paneles en el pabellón del Campo da Feira o la instalación de césped artificial en campos de fútbol son algunos de los objetivos que se han marcado.
En campaña también se planteó por diferentes grupos la necesidad de dotar a Ourense de nuevos complejos deportivos para aliviar Os Remedios.

La tramitación administrativa, un embudo para muchos proyectos: los proyectos, una vez elaborados y aprobados, se enfrentan a la farragosa maquinaria administrativa que tiene en el proceso de contratación un embudo motivado por la complejidad de muchos procedimientos y la falta de personal en el departamento. Mejorar el funcionamiento municipal es otro de los retos de la próxima Corporación para agilizar las futuras inversiones que se planifiquen. 

El apoyo externo se convirtió en un salvavidas durante el último mandato: ante la dificultad de sacar adelante proyectos con fondos propios, el Concello contó con el apoyo externo de otras administraciones para realizar obras en la ciudad. La Diputación rescató el plan de inversiones para permitir una segunda anualidad, la Xunta invirtió cantidades en la mejora de viales como Otero Pedrayo o Seixalbo, así como en los puentes de la urbe, mientras que el Gobierno central colaboró también con la integración del AVE. 

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