El Ministerio de Medio Ambiente publicó ayer la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de la nueva línea ferroviaria Ourense-Lugo, en la que impone condiciones para reducir su repercusión. El trazado transcurrirá por la zona protegida del Cañón del Sil, donde afectará a un área de 33.000 metros cuadrados y se construirá un túnel de 8,7 kilómetros.
Seis años después de salir a información pública, el trazado de alta velocidad entre Ourense y Lugo cuenta con la declaración de impacto ambiental (DIA) por parte del Ministerio de Medio Ambiente, que publica ayer el Boletín Oficial del Estado.
El informe ambiental analiza un trayecto de 104,5 kilómetros, que incluye actuaciones en el trazado ferroviario actual (con rectificaciones dos puntos) y la construcción de dos nuevas variantes (en Os Peares y Rubián). La línea permitirá circular a velocidades máximas de 220 kilómetros por hora, y podrá ser utilizado por trenes con los dos anchos de vía: ibérico (1.668 milímetros) e internacional (1.435 milímetros).
Según consta en la declaración publicada ayer, las obras previstas en el trazado actual consisten en la renovación completa de la vía única -sustituyendo la traviesa existente e incluyendo un tercer carril-, así como la supresión de pasos a nivel, la ampliación de la plataforma y los márgenes, la instalación de un sistema de control de tráfico centralizado o la corrección de las deficiencias de drenaje. Mientras, los tramos que incluyen variantes y rectificaciones se proyectan con plataforma para vía única con tres carriles.
El Ministerio de Medio Ambiente entiende que siempre y cuando se ejecute la alternativa elegida y con las medidas y condiciones ambientales señaladas, quedará adecuadamente protegido el medio ambiente y los recursos naturales. No obstante, el Cañón del Sil, declarado Lugar de Interés Comunitario (LIC) será afectado en un área de 33.000 metros cuadrados. En esta zona, la mayor parte del trazado discurre bajo un túnel de 8.750 metros, por lo que, según el documento, las posibles afecciones sobre el LIC se limitan a la entrada y salida del túnel, así como a la construcción de un viaducto de 315 metros de longitud, la apertura de nuevos tramos de plataforma y caminos temporales y al acondicionamiento de la zona de instalaciones auxiliares.
Asimismo, estará afectado el LIC del Río Cabe (Monforte), por la construcción de un viaducto de 105 metros sobre el arroyo Penacova de Teilán (en una zona declarada hábitat prioritario).
Método de construcción
El proyecto, con el objeto de minimizar la afección sobre los citados espacios protegidos, contempla que los viaductos deberán ser diseñados para que las pilas, estribos y accesos se sitúen fuera de los cauces y sus riberas, y siguiendo un método de construcción en voladizo, para evitar accesos y tránsito de maquinaria. La declaración ambiental añade que, tras las consultas realizadas a la Dirección Xeral de Conservación da Natureza de la Xunta, ésta consideró compatible el impacto del proyecto en dichas zonas.
Finalmente, el ministerio contempla que el tramo de la antigua vía fuera de uso que discurre a lo largo de los cañones del Sil y Cabe (de 16 kilómetros) sea desmantelado para acondicionarlo e incluirlo en el programa de Vías verdes.
Seis años de espera desde el último trámite
El último trámite realizado para la construcción del AVE Ourense-Lugo era la publicación del estudio informativo, en enero de 2003. El informe ambiental, que normalmente tarda entre 12 y 18 meses, se demoró seis años. Su publicación permitirá proceder a la aprobación definitiva del estudio informativo, lo que luego posibilitará iniciar la redacción de los proyectos de obra.
Evitar efectos sobre la flora y la fauna
El informe ambiental recoge la existencia en la zona afectada de flora o fauna de interés (con carballos, castaños, abedules o encinas entre las principales especies vegetales; y zorro, jabalí o lobo, entre las animales, además de la fauna fluvial). Para evitar efectos sobre ellas, propone construir pasos de fauna y ejecutar las obras más impactantes fuera de su periodo reproductivo. También se instalarán balsas de decantación y barreras de sedimentación. Además, se realizarán prospecciones arqueológicas antes de las obras y un seguimiento durante su ejecución. El proyecto propone también realizar un estudio sobre el ruido durante el uso de la vía.
El informe ambiental analiza un trayecto de 104,5 kilómetros, que incluye actuaciones en el trazado ferroviario actual (con rectificaciones dos puntos) y la construcción de dos nuevas variantes (en Os Peares y Rubián). La línea permitirá circular a velocidades máximas de 220 kilómetros por hora, y podrá ser utilizado por trenes con los dos anchos de vía: ibérico (1.668 milímetros) e internacional (1.435 milímetros).
Según consta en la declaración publicada ayer, las obras previstas en el trazado actual consisten en la renovación completa de la vía única -sustituyendo la traviesa existente e incluyendo un tercer carril-, así como la supresión de pasos a nivel, la ampliación de la plataforma y los márgenes, la instalación de un sistema de control de tráfico centralizado o la corrección de las deficiencias de drenaje. Mientras, los tramos que incluyen variantes y rectificaciones se proyectan con plataforma para vía única con tres carriles.
El Ministerio de Medio Ambiente entiende que siempre y cuando se ejecute la alternativa elegida y con las medidas y condiciones ambientales señaladas, quedará adecuadamente protegido el medio ambiente y los recursos naturales. No obstante, el Cañón del Sil, declarado Lugar de Interés Comunitario (LIC) será afectado en un área de 33.000 metros cuadrados. En esta zona, la mayor parte del trazado discurre bajo un túnel de 8.750 metros, por lo que, según el documento, las posibles afecciones sobre el LIC se limitan a la entrada y salida del túnel, así como a la construcción de un viaducto de 315 metros de longitud, la apertura de nuevos tramos de plataforma y caminos temporales y al acondicionamiento de la zona de instalaciones auxiliares.
Asimismo, estará afectado el LIC del Río Cabe (Monforte), por la construcción de un viaducto de 105 metros sobre el arroyo Penacova de Teilán (en una zona declarada hábitat prioritario).
Método de construcción
El proyecto, con el objeto de minimizar la afección sobre los citados espacios protegidos, contempla que los viaductos deberán ser diseñados para que las pilas, estribos y accesos se sitúen fuera de los cauces y sus riberas, y siguiendo un método de construcción en voladizo, para evitar accesos y tránsito de maquinaria. La declaración ambiental añade que, tras las consultas realizadas a la Dirección Xeral de Conservación da Natureza de la Xunta, ésta consideró compatible el impacto del proyecto en dichas zonas.
Finalmente, el ministerio contempla que el tramo de la antigua vía fuera de uso que discurre a lo largo de los cañones del Sil y Cabe (de 16 kilómetros) sea desmantelado para acondicionarlo e incluirlo en el programa de Vías verdes.
Seis años de espera desde el último trámite
El último trámite realizado para la construcción del AVE Ourense-Lugo era la publicación del estudio informativo, en enero de 2003. El informe ambiental, que normalmente tarda entre 12 y 18 meses, se demoró seis años. Su publicación permitirá proceder a la aprobación definitiva del estudio informativo, lo que luego posibilitará iniciar la redacción de los proyectos de obra.
Evitar efectos sobre la flora y la fauna
El informe ambiental recoge la existencia en la zona afectada de flora o fauna de interés (con carballos, castaños, abedules o encinas entre las principales especies vegetales; y zorro, jabalí o lobo, entre las animales, además de la fauna fluvial). Para evitar efectos sobre ellas, propone construir pasos de fauna y ejecutar las obras más impactantes fuera de su periodo reproductivo. También se instalarán balsas de decantación y barreras de sedimentación. Además, se realizarán prospecciones arqueológicas antes de las obras y un seguimiento durante su ejecución. El proyecto propone también realizar un estudio sobre el ruido durante el uso de la vía.