La línea del AVE ya tiene catenaria montada desde Ourense hasta Madrid

La catenaria ya se encuentra montada con todos sus elementos desde Pedralba de la Pradería hasta la estación de Ourense. Son 119 kilómetros del último tramo de la línea de alta velocidad gallega y 462 kilómetros entre las estaciones de Madrid Chamartín y Ourense (ahora ya no se llama Ourense Empalme). Este trazado no solo acorta los tiempos de viaje por la mayor velocidad que permite a los trenes que lo recorran cuando esté en servicio comercial, también porque reduce la distancia en kilómetros de los 547 que había por la vía convencional de Zamora a esos 462 kilómetros de la nueva línea. En total, 85 y 242 kilómetros menos, respectivamente, frente a la vía primigenia que unía Ourense y Madrid por Monforte y Venta de Baños, lo que suponía un viaje de 704 kilómetros a bordo de trenes arrastrados por locomotoras de vapor. En el kilómetro 344 arranca el último tramo, poco antes de entrar en el túnel de Pedralba y lo hace con vía única hasta Vilavella. La electrificación del tramo, adjudicado en enero de 2019 a la unión temporal de empresas (UTE) formada por Electrén y Elecnor es el único de los grandes contratos de la línea de alta velocidad gallega que no ha sufrido retrasos aparentes. El lector se preguntará, entonces, cómo es posible que las obras de electrificación no hubiesen terminado en diciembre de 2019, que era el plazo que se había fijado para terminar la línea gallega de alta velocidad? Es posible porque aquel plazo prometido resultaba completamente imposible de cumplir. Cuando se licitó este contrato, en agosto de 2018, se fijó un plazo de 22 meses para su ejecución. En aquel momento, La Región ya había advertido de que con los plazos que marcaba esta licitación resultaría imposible, no solo terminar las obras en 2019, como entonces afirmaban, tanto el ministerio de Fomento como el Adif, sino incluso en 2020, ya que con un cálculo optimista de los plazos no se concluiría la electrificación hasta enero o febrero de 2021. El nuevo trazado reduce en 85 kilómetros la distancia ferroviaria entre Ourense y Madrid Si se cumplen los pronósticos, el cambiador de Pedralba será de vida efímera al ser sustituido por el de Taboadela a fin de año. Y aunque, como se decía en el párrafo anterior, no hay retrasos aparentes en las obras de tendido de la línea de contacto y demás elementos relativos a la electrificación, sí se prevé que haya pequeñas demoras, como lo demuestra la ampliación del contrato al equipo técnico que realiza el control de estas sobras, que ha pasado de los 25 meses señalados en el pliego de la licitación y en el contrato de adjudicación, firmado el 21 de febrero de 2019, a 27 meses, tal como fue aprobado en el modificado autorizado la pasada semana. Tras el tendido del cable de conducción de la electricidad, un grueso cable de un único hilo de cobre de altísima calidad (que no es la primera vez que es robado tras su montaje, de ahí que se extremen las precauciones y la vigilancia en la línea una vez que ya está instalado), solamente faltan pequeños remates que ya no alteran para nada los plazos y el desarrollo de las pruebas que desde el pasado año comenzaron a realizarse en este tramo de la línea. Las pruebas de carga continúan sobre los viaductos y pasos y ya fueron realizadas las primeras auscultaciones geométricas en ambas vías y vías de apartado y se espera la llegada del primer tren laboratorio, el BT, para realizar ya pruebas dinámicas tanto de vía como de catenaria a velocidades de hasta 200 kilómetros por hora. EN SANABRIA Y mientras obras y pruebas siguen su curso, la estación de Sanabria Alta Velocidad sigue cerrada a los viajeros. Emplazada en la pequeña localidad de Otero de Sanabria, a unos seis kilómetros de Puebla, la cabecera de la comarca, tiene sus instalaciones completamente finalizadas, incluso el vial de acceso desde el que debería estar conectada a la carretera N-525. Pero falta la rotonda de conexión, una obra menor que fue adjudicada el pasado mes de agosto con un plazo de ejecución de cuatro meses que se quedaron congelados porque la adjudicataria no se presentó al acta de replanteo e inicio de obras, generando una paralización que solamente se resolverá si existe un acuerdo entre el Adif y la empresa o se decide ir por la vía judicial y resolver el contrato con el consiguiente nuevo concurso público. La estación de Taboadela es la única de la línea de Zamora, aparte de la de Ourense ciudad, que ha ganado protagonismo con las obras de alta velocidad. Para evitar que esa situación mantuviese bloqueada la nueva estación durante meses y meses (ya lleva más de dos de retraso sobre la fecha prevista para su inauguración), el Adif ha resuelto habilitar la pista de acceso de los camiones durante las obras, desde la N 525 hasta el vial de la estación, mediante la aplicación de una capa de firme asfáltico que el día 26 ya estaba finalizada y solamente quedaba pendiente el pintado de los carriles en la calzada. Este pequeño acceso, de menos de un kilómetro, atraviesa lateralmente el pequeño pueblo de Otero y aunque no distribuye la circulación a la estación de la misma manera que una rotonda, sobre todo para los viajeros que entren en ella desde localidades como Palacios de Sanabria o Mombuey, o los que accedan desde la autovía A-52, al menos sí va a permitir poner fin al largo calvario de los usuarios de esta comarca, para los cuales la inauguración del tramo Zamora-Pedralba, lejos de ser un beneficio ha supuesto la incomodidad de tener que ir en autocar hasta A Gudiña para coger el tren. Porta de Galicia La marquesina y la plataforma o andén de los viajeros están ya finalizadas. A diferencia de otras estaciones, en las que hay diferentes andenes, en Porta de Galicia son los trenes se acercan a un andén central cuando paran en la estación, independientemente de si van en un sentido o en otro. Otro de los flecos que todavía está sin concluir es la estación Porta de Galicia, de A Gudiña. Las obras tenían un plazo de ejecución reducido, ocho meses, que fue encomendado a la unión temporal de empresas formada por las constructoras Dragados y Tecsa. Pero ese plazo lleva meses estirándose. Si el mes pasado ya mencionábamos que tanto la marquesina como el recubrimiento exterior del edificio estaban concluidos y que los obreros trabajaban en el interior, a día de hoy la situación es similar, como si no hubiese pasado el tiempo. El vestíbulo sigue en obras y la plaza con zona de estacionamiento de coches que se extiende ante el edificio ya está más despejado, pero todavía tiene pequeñas actuaciones pendientes de ejecutar. LAS OBRAS EN LA ESTACIÓN "PORTA DE GALICIA" APENAS HAN AVANZADO EN EL ÚLTIMO MES Y SIGUEN CON RETOQUES E INTERIORES Todavía hay maquinaria de obra en el vestíbulo de la estación. Los interiores son los que arrastran el mayor retraso en las obras de ejecución de esta estación que tendría que haber sido terminada en marzo del año pasado, pero fue en ahí cuando se comenzó el trabajo en el edificio de viajeros. Las obras en el edificio principal comenzaron prácticamente cuando tenía que estar terminada en su totalidad, la pasada primavera y es previsible que no estén concluidas hasta que entre la primavera de 2021. Es posible que este retraso tan abultado, sea debido a que su entrada en servicio va todavía para largo.