El Concello de Ourense dio ayer un paso fundamental para acabar con el conflicto urbanístico que se originó en la confluencia de la avenida de As Caldas y la rúa Basilio Álvarez, en 1964, cuando se proyectó prolongar la avenida de Santiago, algo que nunca sucedió y que dejó a los tres edificios allí situados en el limbo pese a aprobarse su expropiación por parte del Concello.
Ahora, tras aprobarse hace un año una modificación de crédito de 412.800 euros, el gobierno municipal aprobó ayer la adquisición de uno de los tres edificios que tiene que comprar para posibilitar el desarrollo urbanístico, contemplándose la continuidad del vial, un bulevar, un gran parque interior, viviendas y hasta un proyecto hotelero, explicó el portavoz del gobierno local, Miguel Caride.
"É un importante desenvolvemento do barrio", dijo el edil, garantizando que "o resto se adquirirán nas vindeiras semanas". Los vecinos propietarios de los inmuebles llevan años reclamando al Concello que cumpla con sus compromisos.
No fue el único asunto abordado en junta de gobierno, que aprobó la convocatoria de subvenciones en especie de locales vecinales para asociaciones, federaciones o agrupaciones para 2020, con un presupuesto de 138.000 euros. También se dio luz verde al gasto de 34.000 euros para cubrir las diferencias del justiprecio en las expropiaciones para construir el edificio judicial y el centro de salud de O Couto.
