Ninguno de los usuarios del programa de viviendas Luscofusco de Cáritas Ourense (38 personas) había pisado la playa nunca hasta que este verano los llevaron desde la entidad social. “Esto da una idea de la problemática que tienen nuestros usuarios. Hay una carencia que detectamos, y es que, cuando la gente no está totalmente estructurada, no es capaz de gestionar su ocio”, asegura la directora de Cáritas, María Tabarés. Visitar una exposición en la ciudad o ir de excursión a la costa es más importante de lo que parece para estas personas sin hogar: el programa Luscofusco no aporta solo una vivienda a quién tiene dificultades para pagarla, sino que cuenta con educadores sociales que hacen un acompañamiento permanente. “Sabemos que nuestros programas son caros. Tener un acompañamiento 24 horas de Cáritas es costoso, pero todo el mundo tiene derecho a un hogar”, reitera Tabarés. La situación es muy alarmante: “La lista de espera para acceder a las viviendas es incontable”, dice la responsable.
Ahora hay 38 personas en las viviendas, otros 22 pisos de alquiler social (los usuarios deben abonar una parte) para mayores de 65 años y un piso para mayores solos que ni siquiera pueden pagar ese simbólico alquiler social. No hay sitio para más y Cáritas necesita 20.000 euros para reformar otra vivienda y hacerla habitable.
La situación de las viviendas de alquiler social destinadas a mayores de 65 años en Cáritas es también particularmente crítica. “Están llenísimas y hay lista de espera”, dice Tabarés. No solo eso. Además de los 22 pisos para estas personas, tienen una vivienda para mayores solos que necesitan un seguimiento especial y continuo y que, además, no pueden abonar ese alquiler social.
Cómo donar
Los nadadores ourensanos Rafael Tabarés, Jesús Carlos Quintas y Felipe Iglesias, del Club Escualos, consiguieron 2.200 euros en donaciones a través de un reto solidario (Eu nado por eles) en el que particulares y empresas pueden apadrinar con dinero los metros que nadan en sus entrenamientos y competiciones. Animan a seguir ayudando para lograr esos 20.000 euros necesarios para hacer habitable la vivienda nueva de la que dispone Cáritas.
Las donaciones se pueden hacer por transferencia bancaria (ES90 0075 8909 1706 0089 0335) o por bizum al 38150 indicando que es para el reto #EuNadoPorEles. Todos aquellos interesados en apadrinar alguna sesión de entrenamiento o competición de los tres nadadores que impulsan la iniciativa, pueden acceder al diario de su blog (eunadoporeles.blogspot.com) y escoger la que más se adapte a la cantidad donada.
Situación muy desesperada
“Pensamos que el verano iba a ser más tranquilo pero no ha sido así”, explica Tabarés sobre el auge de personas sin hogar que cada vez demandan este servicio. Y es que a Cáritas llegan a diario usuarios que piden ayuda para alquiler, luz o agua, pero la entrada en viviendas Lusfocusfo es una situación a la desesperada.
Así lo explica Tabarés: “Solo ponemos en espera a la gente cuando podemos generarle una expectativa real de entrar a ella. Cuando la situación es muy desesperada es cuando ofertamos el piso de acogida, si no no podemos generar esa expectativa”, apunta.
El perfil de usuarios es variadísimo. Hay usuarios de Ourense y también extranjeros procedentes de Irán, Ucrania y América del Sur (especialmente de Venezuela y Colombia).
El comedor social ya reparte 400 raciones diarias
María Tabarés subrayó que en el comedor social ya están repartiendo 400 raciones diarias: “Es una burrada”. Sin embargo, lo más costoso, insiste Tabarés, son los programas de viviendas en los que hay acompañamiento permanente de educadores. “Hay un grupo muy amplio de personas que nos sorprendería ver en los tugurios en los que viven y qué precios pagan por vivir en esos sitios. Esta es una dinámica que tenemos que romper. El objetivo de las viviendas a corto y medio plazo es que estas personas, con acompañamiento, puedan despreocuparse del tema de la vivienda para centrarse en su promoción personal”, añade.
