Los Magos desbordan las calles de Ourense

Los Magos de Oriente sacaron a la calle a miles de ourensanos, que les acompañaron y vitorearon durante el recorrido y pelearon como si les fuese la vida por los caramelos que desde las carrozas fueron arrojando

Definitivamente son magos. Una mañana profundamente lluviosa dio paso a una tarde seca, fría pero seca. Seca durante las más de dos horas que duró la cabalgata, porque fue terminar Melchor un improvisado discurso y volver a caer gotas. Magos.

Los Reyes de Oriente arribaron con un pequeño retraso a la estación de tren, apenas un cuarto de hora. Y con ellos llegó la locura. Miles de niños, pero también de padres y abuelos, los esperaron y los acompañaron a lo largo de un recorrido que concluyó en la Praza Maior.

Planetas y sistema solar fue el tema escogido este año. A mesa puesta. Alfombra en el vestíbulo de la estación y las carrozas pefectamente alineadas en el exterior. La locura. Los niños, tiene gracia, son engullidos. Literalmente. Las vallas se tambalean. Empieza una batalla, no de flores. Empieza la batalla de los caramelos.

Valeria, apenas tres años, no entiende nada. Ni ve. La dan un dulce para sobrellevarlo. No funciona. Pasadas las seis y media enfilan la avenida de las Caldas. Atrás queda una multitud, delante espera otra. Puente Romano, Progreso y Praza Maior. Melchor, Gaspar, Baltasar. "Vivan los Reyes Magos", atrona entre el gentío. Reparten los regalos, oro, incienso y mirra. Pero Valeria no entiende nada. 

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