SUCESO

La tormenta inundó buena parte de la ciudad en solo un cuarto de hora

La riada anegó bajos, derribó arboles y abrió un fuerte socavón en el firme del tramo que enlaza Pardo de Cela con Sáenz Díaz

Las tormentas volvieron  a dejar este sábado un rosario de daños e incidencias en la provincia. La ciudad fue la más damnificada, dado que el agua (25,6 litros por metro cuadrado en diez minutos, según Meteogalicia) provocó daños en las vías públicas e inundó dos bajos en la calle Colón y el de una ferretería en la avenida de Santiago. La descarga anegó las carreteras N-525, a la altura del Puente Novisímo; N-120 en la misma zona, avenida de Castelao y Otero Pedrayo y diferentes puntos del casco antiguo.  La tromba de agua, además, abrió un fuerte socavón en el asfalto del tramo que enlaza las calles Sáenz Díez y Pardo de Cela, al hundirse una canalización. La Policía Local cortó el vial al tráfico obligando a los conductores a  circular por la calle Progreso. 

Los bomberos de la ciudad registraron 22 incidencias entre las 17,06 y las 19,30 horas. Los efectivos, además de achicar agua en los viales y bajos anegados, retiraron árboles que cayeron sobre la vía pública en la avenida de Marín, Eulogio Gómez Franqueira y la carretera N-120.  En plena tormenta, una unidad también tuvo que desplazarse hasta Madrosende para auxiliar a una familia tras entrarle agua arrastrando tierra y piedras en su vivienda.

La Policía Local se vio obligada a cortar la circulación de forma puntual en la avenida de Castelao, y las calles Colón, Pardo de Cela y los accesos al  puente Novisímo ante el riesgo de que los conductores quedaran atrapados dada la cantidad de agua acumulada. La situación también afectó al Puente Nuevo y a la carretera N-525, a la altura de O Fonsillón, donde fue necesario cortar un carril. "También tuvimos que recoger muchos contenedores tras ser arrastrados por la riada", aseguró el sargento de los bomberos, Manuel Ferreira.

Cerca de O Fonsillón, los efectivos de Protección Civil de Barbadás tuvieron que rescatar a un familia al quedar atrapado el coche en que viajaban en una balsa de agua en  una rotonda de acceso a un centro comercial. Los efectivos también achicaron agua en el entorno del colegio Luis Vives y en la carretera N-525.

 La tormenta convirtió a buena parte de las calles del casco urbano de la ciudad en auténticos ríos. La Policía Local tuvo que colocar hasta 15 bocas de alcantarillada tras ser levantadas y arrastradas por la fuerza del agua. "A maioría dos sumidoiros están atascados", afirmaban fuentes policiales.

La Policía Nacional y Tráfico se incorporaron  al dispositivo establecido por la Policía Local. Los últimos regulando la circulación en el Puente Novísimo.  La tormenta provocó cortes puntuales del suministro eléctrico en diferentes puntos de la ciudad. 


Bajos inundados en Maceda y daños en un vehículo cuando circulaba por Allariz


Las tormentas regresaron cuando aún no hace una semana que dejaron otro rosario de daños y desperfectos en bajos, viviendas y cultivos de las comarca de Monterrei y Valdeorras. Los vecinos de Infesta y Vilaza continuaban este sábado subsanando desperfectos mientras otra tormenta cubría de granizo los municipios de Trives, Manzaneda,A Mezquita, A Gudiña y, por segunda vez, buena parte de la comarca de Valdeorras,  ocasionando daños en los cultivos, sobre todo viñedo y productos de huerta.

Otro municipio que resultó este sábado afectado fue Maceda, donde se registraron 17,8 litros por metro cuadrado durante diez minutos. El alcalde y responsable de Protección Civil, Rubén Quintas, contabilizó 15 incidencias, parte de ellas inundaciones de bajos en el casco urbano de la villa y caída de árboles. 

En Allariz el agua provocó que se desprendiera parte del hormigón del balcón de una vivienda y alcanzara un vehículo cuando circulaba por el lugar. La carrocería resultó dañada, pero no se produjeron heridos, según dio a conocer el Servicio de Emergencias 112.

En Parada do Sil se anegó un local social y los efectivos del GES de Castro Caldelas retiraron un árbol que cayó sobre una carretera de Manzaneda, impidiendo el paso a  los conductores. 


Más de cinco mil rayos durante la tarde sobre Galicia


La Policía Local registró 27 llamadas de otros tantos ourensanos afectados por la tormenta. El Concello se vio obligado a suspender el tren turístico entre la ciudad y las termas por seguridad de los usuarios ante las balsas de agua que se formaron en diferentes puntos del casco urbano. 

La tormenta estuvo acompañada de abundante aparato eléctrico. Según Meteogalicia, durante la jornada de este sábado descargaron un total de 5.535 rayos sobre el territorio gallego.

Los bomberos, Policía Local, Protección Civil, Guardia Civil y Policía Nacional ya estaban en alerta por tormentas en la provincia. Protección Civil mantenía en la tarde de este sábado activado el aviso naranja.   El sargento de los bomberos ourensano, Manuel Ferreira, recordaba que esta situación no es excepcional, dado que este tipo de descargas de agua suelen "ser frecuentes durante los meses de verano. No es la primera vez que sucede en la ciudad", apuntó

 

 

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