COMERCIO LOCAL

La lluvia pudre el cereal de invierno e impide la siembra del resto de cultivos

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photo_camera Un vecino compra plantas de huerta en la Praza de Abastos. Las ventas cayeron con respecto al año pasado.

El agua y el frío en la primavera no permite la reproducción de las abejas, entre las que se está detectando una elevada mortalidad

La lluvia caída en lo que va de año (llovió más que en todo el 2017) se ha convertido desde el pasado mes de marzo en un problema para el campo ourensano. Los agricultores, que hace medio año miraban al cielo por si descargaba agua para sus cultivos dada la persistente sequía que le ocasionó  cuantiosas pérdidas, no pueden  ahora sembrar y plantar sus cultivos al estar el terreno anegado. Y la cosecha que tienen sembrada se está pudriendo a causa del agua.


Cereal de invierno


Los agricultores ya dan por perdida la cosecha de cereal de invierno, que en la comarca de A Limia supone la recolección de 40 millones de kilos de centeno, maíz, trigo y avena. "La cosecha ya está hecha y estamos hablando de unos daños valorados entre siete y ocho millones de euros", apuntó el director del Centro Agrogandeiro del Inorde, Servando Álvarez, puntualizando que el agua impide trabajar la tierra para sembrar el cereal de verano, labores que ya deberían estar finalizadas.  Sus palabras fueron ratificadas por el agricultor José Rodríguez, que está a la espera de que deje de llover para sembrar varias parcelas de cereal. "Ya llevo mucho tiempo de retraso. No sé lo que va a pasar en los próximos meses, pero la producción ya la doy por perdida porque se va a acortar mucho el ciclo de la planta. Pero tengo que sembrar para no perder la subvención comunitaria", comenta.


Patatas


Hace un año, buena parte de la cosecha de patatas que produce la provincia ya estaba sembrada. A día de ayer, los agricultores, mayoritariamente de A Limia, aún no comenzaron a preparar el terreno. "El agua impide entrar en la mayor parte de las parcelas. Si comienza a hacer buen tiempo, aún habrá que esperar un mes, a que se seque la tierra, para comenzar a trabajar y sembrar", recordó el director del Centro Agrogandeiro. A Limia produce 120 millones de kilos de patatas, siendo la principal fuente de ingresos de la comarca. 


Productos de huerta


Los días de lluvia (62 de los 101 que llevamos de año) impiden trabajar los huertos para plantar cebollas, tomates, pimientos, lechugas y resto de productos, que hace un año ya estaban creciendo. Francisco Pérez es el gerente del vivero de plantas E. Co.Agro, ubicado en Castrelo do Val. Las instalaciones facilitan plantas de huerta para buena parte de la provincia, pero la climatología adversa provocó un bajón en las ventas. "A demanda caeu un 70% e creo que me quedo corto. O ano pasado por estas datas estábamos na metade da campaña e este ano aínda non a iniciamos", aseguró el industrial.


Frutales


Las persistentes lluvias impide podar frutales, cuando en su mayoría ya están a punto de iniciar la floración, y realizar  labores en el terreno para esparcir abonos y eliminar malas hierbas. "La poda de vides está prácticamente rematada y para el resto de trabajos no queda más remedio que ponerse un traje de agua. Ya no se puede esperar más", lamentó el presidente del Consejo Regulador del vino de la Ribeira Sacra, José Rodríguez.


Abejas y miel


La climatología afecta a las abejas y producción de miel. "El problema es que las abejas no se reproducen. No hubo puesta en los meses de febrero y marzo para sacar crías y las pocas abejas viejas que quedan, se están muriendo a causa del agua y del frío", apuntó el apicultor de A Gudiña, integrado en  Frutimel, Néstor Ogando. n

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