La Hidrográfica había marcado una necesidad de 650 l/m2 hasta el 31 de enero y de momento se han registrado 400 l/m2
Las lluvias caídas con regularidad desde la llegada de la Navidad no son todavía suficientes para recuperar la normalidad hídrica en la provincia. Hoy se reúne la Oficina Técnica de la Sequía de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS) para evaluar los indicadores de la cuenca y decidir si se mantiene la alerta después de las lluvias continuas de las últimas semanas.
Pese a que la situación ha mejorado sustancialmente, los técnicos tendrán que decidir si desactivan la alerta por sequía teniendo en cuenta que se han registrado en este año hidrológico (iniciado el 1 de octubre) 400 litros por metro cuadrado de media en la provincia, muy lejos todavía de los 650 a 31 de enero que el presidente de la CHMS, Francisco Marín, se marcó como objetivo "para recuperar la normalidad".
Con estos datos, se antoja complicado que la CHMS dé por cerrada la situación de sequía, aunque sí es cierto que la provincia se aleja cada vez más de la tan temida esta escasez (problemas de abastecimiento).
La situación en cuanto a precipitaciones es mejor que la registrada a estas alturas el año pasado, donde apenas se superaban los 200 l/m2. Francisco Marín reconoce que "la situación se ha revertido", gracias a una "dinámica muy distinta", especialmente en las últimas semanas, porque octubre y noviembre también fueron "malos" en lo que se refiere al volumen de precipitaciones.
Sin embargo, Marín deja claro que "aún estamos bastante lejos de la normalidad", porque el problema de la sequía acumulada durante meses y meses "no se resuelve totalmente" por unos cuantos días de lluvia.
Los embalses se han recuperado casi cinco puntos porcentuales en la última semana, llegando ya al 55% de su capacidad, prácticamente la misma cantidad que se registraba en 2017 a estas alturas, y 13 puntos más que el 42% de llenado que había a principios del mes de noviembre.
En comparación con la situación que se vivía en noviembre respecto a la actualidad, el embalse de Albarellos ha pasado del 28% al 42% de llenado, el de Frieira ha pasado del 83% al 87%, el de Chandrexa ha pasado del 30% al 75% de volumen ocupado y el Edrada/Mao, que llegó a estar al 19% de su capacidad total, alcanzaba esta semana hasta el 76%.
En cuanto a los ríos las lluvias han variado su imagen respecto al mes de noviembre aunque los caudales siguen siendo claramente inferiores al promedio histórico, un 32% menos. Sin embargo, hace tres meses el agua circulante por los ríos suponía un 67% menos que la media, lo que se traduce en una clara mejoría.
Especialmente positiva ha sido la recuperación del río Miño a su paso por la ciudad, por el que circula 274,37 m3/s, hasta ocho veces más que a principios de noviembre, cuando apenas circulaban 33 m3/s.
Todos los ríos de la provincia han mejorado su cara estas últimas semanas, aunque los que más se acercan a la normalidad son el Sil a su paso por O Barco de Valdeorras –con solo un 6% menos de caudal que la media histórica–, o el río Caldo en Bubaces –con tan solo un 3% menos de agua–.
