EN OURENSE - REPORTAJE

Los Astérix de la calle del Paseo

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photo_camera Pichi Sierra, Rosa Caridad, Marina Luna, Marta de las Cuevas, Isabel Pico, Jorge Bernárdez, Jorge Cachaldora, Luis Martínez y Rubén Pena, en el Paseo.

Las grandes cadenas han ocupado los mejores locales del corazón comercial de la ciudad. Varios comerciantes aguantan el tirón, se miden de tú a tú a las grandes cadenas. De momento aguantan el pulso y vencen alguna batalla. "Como Astérix".

René Goscinny en los guiones y Albert Uderzo en los dibujos crearon en 1959 en la revista francesa Pilote una serie de historietas llamadas "Astérix el Galo". La celebérrima publicación ha prendido en generaciones narrando las vicisitudes de una aldea gala que se hace fuerte frente a la ambición de conquista de los romanos. "Somos ya como el último reducto, como aquellos galos", dijo entre irónico y resignado Luis Rivera, presidente del Centro Comercial Abierto del Centro. ¿Quiénes serían hoy los comerciantes locales del Paseo (galos) frente a las grandes cadenas del sector (romanos)?

La Región reunió a ocho representantes de otras tantas firmas que compiten cuerpo a cuerpo con multinacionales o estructuras que tienen tentáculos en todas las ciudades. El cambio en el patrón de consumo, la falta de relevo generacional o la imposibilidad de pagar alquileres astronómicos (sobre 30 euros el metro cuadrado) ha creado la "Galia comercial", una minoría en el corazón de la ciudad. Pero, como en las aventuras de Astérix, los galos infringían severas derrotas a los romanos. Aquí se libra batalla. La calle provoca denificiones muy diversas, algunas recurrentes en cuanto a que es el epicentro comercial. "Es una calle peatonal, llana, por lo tanto cómoda, fresca en el verano", dice Luis Martínez, de las firmas Jesús y Delfín y María. "Es el buque insignia de la ciudad, es donde hay que ir a pasear", agrega Jorge Cachaldora, de Cachaldora Peluqueros, el veterano del grupo, que recita vivencias con pasmosa lucidez, como si fuesen presente. Rubén Pena, de Level One, es de la generación de los recién llegados y describe el lugar como aquel en el que "se está concentrando la poca actividad comercial que va quedando". Jorge Bernárdez, de Snikers, que está a punto de abrir otro local, dice que "es la zona donde más posibilidades tienes de vender". Pero también hay comerciantes descreídos, como Isabel Pico, de Inicial P: "El Paseo no es una calle cualquiera, pero no es la milla de oro, como la gente piensa".


Uniformidad


Sin embargo, comerciantes como Luis Martínez sitúan al Paseo a la altura de la mítica calle Serrano, de Madrid. Pichi Sierra, de Joyería Sierra, se alinea en parte con esa tesis, pero matiza que "ha perdido el sabor del comercio que tenía Ourense, aquel que provocaba que los visitantes dijesen que teníamos un gran comercio".

Las calles comerciales se han convertido en una especie de colegio con niños de uniforme, casi todas son iguales. Las tiendas que te encuentras en la Calle Mayor de Palencia son idénticas a las de la calle Uría de Oviedo, la calle Toro de Salamanca o Príncipe en Vigo. Es lo que Sierra define como "una calle marquista, generalista, como cualquier otra".

El Paseo no es una excepción en ese sentido, pero mantiene elementos que le dan carácter. La Casa de los Lentes da la bienvenida desde esquina con San Miguel. Rosa Caridad y Marina Luna forman parte de una tienda "de las de toda la vida y eso también nos da fortaleza". La firma sigue demostrando latido, como lo manifiestan también tiendas como la Perfumería Nelas, cuya responsable, Marta de las Cuevas, pondera virtudes como "la clientela de siempre, el trato directo, el producto que traes muchas veces pensando en un cliente concreto".

Todos subliman el trato como una de las armas para torcerle la voluntad a las grandes cadenas, vecinas puerta con puerta. "Nuestro secreto ha sido siempre la atención personal y el producto", enfatiza Luis Martínez. Buen trato dice Rubén Pena; buen trato, rubrica Jorge Bernárdez. Buen producto, dicen todos al unísono.  Siendo un elemento distintivo, por sí solo no vende. Las tiendas locales del Paseo, como la mayoría, tienen clientes fantasma, anónimos, a los que no tiendes la mano o sonríes, sencillamente porque compran tras un ordenador o un dispositivo móvil. Alguno apuesta por estar al día en Internet pero las grandes cadenas gozan de plataformas acordes a su tamaño.

El perfil del comprador muda y la ciudad también envejece y todavía cura sus heridas de la crisis. Como dice Pichi Sierra, "por ejemplo en relojes, muchas marcas no vienen a Ourense porque no hay potenciales compradores". Rubén Pena apuesta "por la especialización" y ese elemento diferencial encuentra eco en las otras tiendas locales, que se hacen fuertes en su nicho de mercado.

Saben que venden en una calle envidiada por muchos empresarios. Jorge Bernárdez, se consiedera "afortunado pero si estoy aquí es porque las ventas me lo permiten y acerté en la elección". El Paseo vive en una mudanza permanente y las grandes cadenas se lanzan como chacales a los locales que quedan libres. Dice Jorge Cachaldora que la calle "reluce de nuevo, con establecimientos grandiosos, que le dan mucha importancia".


Defectos


¿Y en el debe? el Paseo es el salón de casa, lo que gusta enseñar. Hay unanimidad en los comerciantes locales en criticar que todas las actividades "desde el top manta a la Feria del Libro o de Artesanía venga aquí y ocupen una gran parte". ¿Y hay más? Sí, hay más: de la conversación con los empresarios sale también una invocación a la unidad de acción en lo político, atención al sector y hacer de Ourense la ciudad termal y turística tantas veces prometida. La  frustración crece entre alguno de ellos. Por ejemplo Isabel Picos advierte que "esto se está convirtiendo en una ciudad de pensionistas, aquí no se hace nada por el comercio".


Unidad


Y, parafraseando a Kennedy, ¿qué hacen los comerciantes por ellos mismos, en clave de unidad e identidad local? Gestos sombríos y reconocimiento unánime: se podría hace más. "Sigo creyendo en la unidad", apostilla Sierra, pero la crisis ha dejado mutiladas muchas acciones conjuntas. En todo caso, aunque a su manera, los comerciantes locales en el Paseo siguen defendiéndose como una marca. Y ganando batallas cada día. Como Astérix a los romanos.

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