La lucha por incluir en el aula a los niños con Down: “Los limitan socialmente"

Familias y expertos piden cambiar metodologías en los colegios para evitar que estos alumnos acaben en centros especializados

El pasado 3 de diciembre se conmemoró el Día mundial de las personas con discapacidad. Una jornada al año que para muchas asociaciones es un trabajo diario. Down Ourense lucha por conseguir que las personas con síndrome de Down puedan disponer de independencia, autonomía y, sobre todo, una educación inclusiva en cualquier centro y compartiendo clase con sus compañeros. 

En la asociación hay muchos ejemplos de personas con síndrome de Down que rompen con las barreras que se topan en el camino. Alejandro Nieto es uno de ellos. Comenzó su andadura en Down Ourense en 2011: “Me enseñaron a madurar como persona, que es lo que necesitaba”. A día de hoy está integrado en la sociedad y goza de la autonomía ligada al empleo:  “Tengo dos trabajos y también estoy preparando una oposición”, cuenta. Al comenzar su andadura laboral se topó con algunas dificultades. Por ello, valora el apoyo de los preparadores laborales que tienen en Down Ourense: “Me han ofrecido ayuda, compresión y ganas”. Estos profesionales los acompañan a sus puestos de trabajo enseñarles la tareas hasta que se desenvuelven  con autonomía, “ese es el objetivo”. 

Silvia Álvarez es una de las preparadoras laborales que los guía en el mundo laboral: “De 24 chicos tenemos a 22 trabajando, y dos de ellos con dos contratos”, apunta. Su tarea es buscar empresas que colaboren con el programa que tienen de “empleo con apoyo”, tras ello se centran en la inserción laboral. Además de ayudar en el inicio con las tareas, se encargan de la “mediación con los compañeros y con las empresa”. Silvia reconoce que en el último año “hubo un aumento” en las colaboraciones en este programa y de los contratos. “Se están dando cuenta que las personas con discapacidad intelectual son capaces de trabajar”, destaca Silvia. Como profesional considera que es un beneficio para ellos porque “amplían sus competencias” y mejoran en el “ámbito de las relaciones sociales”. 

En Down Ourense trabajan en la entrada laboral. "22 de los 24 chicos trabajan, las empresas ya se dan cuenta que son capaces"

La etapa educativa es la más importante para el desarrollo de cualquier niño. Por eso en Down Ourense ofrecen asesoramiento a los profesores y favorecer la inclusión. “En Galicia hay muchos niños con discapacidades escolarizados en centros ordinarios, pero el problema es cómo lo están, ya que la mayor parte del tiempo están fuera del aula y eso no es inclusión y los limita socialmente”, señala Elena Vaamonde, coordinadora de programas en la entidad. En los últimos años aprecian esta cuestión, que está obligando a que los niños con síndrome de Down terminen en centros especializados."Queremos que estén dentro del aula, incluidos porque tienen derecho a esa educación”, reafirma Elena. 

La coordinadora aprecia que el alumnado está pidiendo “otras formas de aprender” que no se corresponden dentro del instrucción que tienen los profesores. “Falta información y formación", afirma Elena. La profesional se centra en la necesidad de “cambiar el foco en las metodologías” para emplear medios como técnicas inclusivas, un sistema universal de aprendizaje o una enseñanza cooperativa. “Nosotros queremos poner en valor las diferencias, porque a veces el niño con síndrome de Down no es el menos incluido”, apunta Elena.


Barreras en los colegios 


La hija de Mila Requejo es Laura Gil, un claro ejemplo de que una metodología inclusiva es la mejor forma de aprendizaje. “Siempre tuve muy claro que iría a un centro ordinario", recuerda Mila. Admite que muchas veces le comentaban que “tenía las expectativas muy altas”. En cuarto de Primaria pasó a adaptación curricular, una medida que Elena califica de “segregadora” y que no les permitió titularse.

A día de hoy, Laura está titulada en un FP básica de Servicios Comerciales y trabaja, una meta que alcanzó con mucho esfuerzo. "El último año me era niña de sobresalientes, algo que no hubiese imaginado", afirma orgullosa Mila. Durante este periodo educativo, los profesionales de Down Ourense trabajaron en conjunto con sus profesores para diseñar unas metodologías que facilitasen el aprendizaje. "Al final, la ESO fueron cuatro año perdidos, porque con otra forma de enseñanza hubiese tenido buenos resultados", apunta Mila.

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