Lancy Dodem recorre esta semana Galicia dando a conocer la labor de la Fundación Vicente Ferrer en la India. Este martes ofrecía una charla en el colegio Concepción Arenal y por la tarde en el Campus de Ourense, animando a colaborar con la labor de esta organización solidaria
Lancy Dodem recorre esta semana Galicia dando a conocer la labor de la Fundación Vicente Ferrer en la India. Ayer ofrecía una charla en el colegio Concepción Arenal y por la tarde en el Campus de Ourense, animando a colaborar con la labor de esta organización solidaria.
¿Cuál es el objeto de esta serie de charlas?
La Fundación Vicente Ferrer lleva 50 años en la India desarrollando una labor social y pretendemos que esas acciones se prolonguen por otros 50 años, por lo que vengo a animar a la gente a colaborar con nosotros a través del apadrinamiento y otros programas.
¿Qué actividades desarrolla la Fundación?
Trabaja en seis proyectos relativos a educación, lucha por los derechos de la mujer, salud, discapacitados y sus derechos, construcción de casas y ecología.
En lo relativo a la mujer, ¿qué me puede decir?
Una mujer en la India está discriminada en todos los sentidos, nunca ha tenido ni dinero, ni casa a su nombre, ni educación. En la India rural, una niña de seis años está en casa ayudando a su madre o cuidando a su hermano pequeño y cuando tiene 10 u 11 años la casan sus padres con lo que a los 18 ya tiene dos o tres hijos. Las familias consideran tener una niña como una carga y la mayoría de las bodas son pactadas. Tengamos en cuenta que en India, casarse por amor es pecado. La Fundación Vicente Ferrer está luchando contra estas ideas, educando tanto a padres como a las propias niñas.
¿Y en lo relativo a las violaciones?
Muchas de estas violaciones se dan, en el rural, cuando las mujeres van a hacer sus necesidades en el exterior y vuelven a casa violadas. Por eso, la Fundación construye lavabos para dar seguridad a las mujeres. El gobierno indio acaba de proponernos el año pasado el proyecto Limpia India que pasa por la construcción de 40.000 lavabos.
¿En cuanto a la infancia?
Contamos con el número Child Line, donde la gente puede llamar si identifica violación o maltrato del niño, o que sean utilizados como mano de obra para que actuemos de inmediato.
¿A cuántas personas atienden?
A tres millones y medio de personas, a través del apadrinamiento de niños, pagando una cuota de 21 euros, o también de proyectos como el de mujer a mujer, donde una mujer de aquí ayuda a otra de la India con una aportación de nueve euros mensuales.
