El testimonio de una abogada que ejerce en Ourense
Lucila Vázquez-Gulías lleva 25 años ejerciendo en el despacho que fundó su padre. Iba para matemática pero descubrió en una clase a la que asistió como oyente que el “Derecho romano era más lógico y con menos hipótesis”. Y con gran alegría de su padre, un reputado abogado que juró el cargo un 8 de noviembre de 1987 y falleció en 1994, optó por ir a estudiar a Madrid. Especializadas en civil y administrativo (es la letrada de la Asociación de Fincas Urbanas), es partidaria de la mediación. “Soy conciliadora y creo que un acuerdo es más rápido y económico”, añade. Uno de sus mayores éxitos -dice- fue frenar el cierre del cementario de San Francisco y As Caldas en 1997.