Luz verde a la senda de Reza, que será solo para peatones

José Paz
photo_camera Carretera de Reza, donde se acometerá una senda peatonal de 2,7 kilómetros. José Paz
La Xunta rescata el proyecto y anuncia que expropiará los terrenos y licitará las obras este trimestre

La Xunta de Galicia retomó ayer el proyecto para la construcción de una senda en Reza, cambiando el diseño original que generó amplia oposición vecinal, entre otras cosas, por contemplar el uso tanto peatonal como de ciclistas.

El Consello da Xunta dio luz verde a las expropiaciones para ejecutar esta senda en la carretera OU-402 en Reza, que supondrá una inversión de 1,1 millones de euros y en el que se incluye el pago de los 45 terrenos precisos para realizar las actuaciones. 

El proyecto, que se construirá entre los kilómetros 1,09 y 3,78,  incorpora algunas de las demandas aportadas por los vecinos, según señalan en la Consellería de Infraestruturas e Vivenda. Entre ellas, que será de uso exclusivamente peatonal, ya que los vecinos alertaban del peligro de que circulasen las bicicletas justo en la puerta de las fincas privadas. Asimismo, entre las novedades, se desliga la futura senda luminosa de Outariz, en la otra margen del río, que se segrega y se incluirá en un proyecto diferente. 

En el segundo trimestre de este año se procederá a la convocatoria del levantamiento de actas previas y a la licitación de las obras, según la Xunta, por lo que parece que la actuación no tiene marcha atrás. 

El proyecto comprende un tramo de 2,7 kilómetros que no tiene aceras, por lo que se pretende mejorar la seguridad vial. La senda trascurrirá por el margen derecho de la carretera, separada del tronco de la calzada por elementos de separación como zanjas revestidas con seguridad, vegetación  o bordes señalizados.  Será necesario ampliar la plataforma de la carretera, levantando hasta 13 muros. También se incluirán en el proyecto zonas de aparcamiento y paradas de autobús con refugios en ambas márgenes. 

Críticas vecinales

Este avance ha resucitado la vieja polémica en la zona, ya que una parte importante de los vecinos se opuso desde un inicio a esta senda, llegando a recoger en 2018 más de un millar de firmas en contra del proyecto, rechazando a que un paseo peatonal atraviese por el medio del pueblo y considerando que el lugar idóneo para ubicarla  sería justo al lado del río, donde no generaría molestias.

La presidenta de la asociación vecinal, Sara Cruz, señalaba ayer que entre los vecinos había disgusto. "Los hijos no saben cómo explicar a sus padres de 80 años que en dos meses, los cierres de sus casas se van a ir al garete", manifestó. 

“La zona de recreo desaparece"

"Tras esta pandemia de covid, viene otra pandemia que les va a arruinar los pocos años de vida que tienen. Que vengan a explicarles que su zona de recreo desaparece. Aquí hay casas a menos de un metro de la carretera, lo saben perfectamente". 

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