Maceda arropa a los primeros veinte refugiados de Ucrania en la provincia

Un total de 11 mujeres y 9 niños se alojan ya en tres hoteles de la localidad a la espera de que les asignen familia o vivienda

La provincia de Ourense recibió  ayer con vítores y una cálida bienvenida en las calles de Maceda al primer convoy de refugiados procedentes de Ucrania. Se trata de 11 mujeres y 9 niños que llegaron en la primera expedición humanitaria en regresar con éxito  a la provincia, formada por seis  bomberos y efectivos de Protección Civil de Maceda, con el alcalde a la cabeza, Rubén Quintas, y con la colaboración logística de los concellos de Vilar de Barrio y Baños de Molgas, así como la Mancomunidade do Ribeiro, que prestaron los furgones de Protección Civil que les permitieron llegar a la frontera norte de Polonia con Ucrania. 

En la frontera, dejaron todo tipo de productos de primera necesidad donados por vecinos de Maceda, y regresaron con éxito acompañados de 20 personas huidas de la guerra, que pasaron a Polonia tras huir del interior del país ucraniano, asediados por la invasión rusa.

En total, se utilizaron tres furgones y una pick-up para recorrer en cinco días 7.800 kilómetros. Una odisea que terminó ayer con un recibimiento espectacular en la Praza das Toldas macedana, donde la gente portaba globos y banderas con los colores de Ucrania, para dar calor a los recién llegados, que se quedaron con el mensaje claro de que la sociedad ourensana los recibe con los brazos abiertos. 

Aunque la intención inicial era traer a 24 refugiados, con la Asociación Galega de Axuda a Ucraína (AGA) como enlace, cuatro personas tuvieron que quedarse en Polonia, al enfermar un bebé de dos meses y ser ingresado en un hospital. La familia se quedó con él, pero mostró su intención de ir a Maceda, por lo que en los próximos días llegarán a Santiago, donde serán recogidos por efectivos de Protección Civil.

La veintena de refugiados se distribuyó ayer en el hotel Monumento Castelo de Maceda y las pensiones Porta Sacra y Lar dos Felos de la misma localidad, que han cedido sus habitaciones altruistamente para que pasen estas primeras jornadas. Hoy, tanto los menores como las mujeres adultas serán sometidos a una evaluación por pediatras y médicos en el centro de salud del municipio. Después, serán los servicios jurídicos y sociales del Concello de Maceda y Cruz Vermella los que canalizarán los “cientos de ofrecimientos” de familias de acogida para poder ubicar a estas personas.

“Los niños vienen del interior de Ucrania, donde está la situación más complicada, y se asustaban con el simple ruido de una puerta. Estas mujeres tenían casa, trabajo y marido pero tuvieron que dejar allí todo (los hombres adultos quedaron en el frente) y han perdido sus viviendas en los bombardeos, perdieron su vida”, relataba el regidor macedano, Rubén Quintas, que llamaba al optimismo: “La solidaridad será más fuerte que las balas de Putin”. 

“En el viaje repetían todo el rato la palabra papá”

“Están reventados, pero se portaron de maravilla. Hasta nos querían ayudar a hacer la comida. Hicimos un fantástico arroz a la cubana, aunque nos olvidamos de llevar huevos, pero lo comieron igual”, relataba Rubén Quintas a la llegada, emocionado y conmocionado por las noticias que acababan de recibir. “Justo han bombardeado una base en el oeste de Ucrania a 25 minutos de donde estuvimos nosotros…”, relataba. El alcalde mostraba el sufrimiento de los niños en esta guerra. “Vimos cómo hay madres que dejan a los niños a Cruz Roja en la frontera y se vuelven para dentro a cuidar a mayores a su cargo. Es muy triste”, dijo Quintas, que recuerda que durante el viaje de vuelta, en una parada técnica, tuvieron que consolar a tres personas que “no paraban de llorar al no poder contactar con sus padres”. Durante el trayecto, la comunicación era poco fluida por el idioma, pero algunas cosas quedaban claras. “Solo entendíamos una palabra, que era la que más repetían los niños, y era ‘papá’. Lo repetían todo el camino…”.

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