Después de varios años de ausencia, cientos de ciudadanos acudieron a la llamada de la tradición
Las Madamitas volvieron a quemarse en el Parque de San Lázaro en medio de centenares de ourensanos que no quisieron perderse el evento. La pandemia frenó una tradición ancestral en Ourense y ahora, con la normalidad adquirida todo volvió a su lugar.
A la una de la tarde, la pirotecnia tomó el relevo de los gigantes y cabezudos que desfilaron por el centro de la ciudad y como no, de la misa en honor al patrón San Lázaro.
Después de la quema, turno para visitar los puestos de rosquillas y enfocar la mirada hacia una Semana Santa que se añora.