REPORTAJE

El mal trago del alcoholismo

<p></p>
photo_camera Los internos recortaron anuncios de revistas sobre marcas comerciales de bebidas alcohólicas.

Un grupo de 12 internos de la comunidad terapéutica Sagrada Familia, en Santa Cruz de Arrabaldo, celebró el día internacional sin alcohol elaborando tres murales con recortes de anuncios sobre bebidas alcohólicas. 

La comunidad terapéutica Sagrada Familia, ubicada en Santa Cruz de Arrabaldo, ha organizado un taller para concienciar a sus internos sobre las consecuencias derivadas del consumo excesivo de alcohol. Las actividades se celebraron con motivo del día mundial sin alcohol, que se conmemora cada 15 de noviembre. No obstante, desde el centro destacan la necesidad de adquirir más compromiso en el uso razonable del alcohol "en el día a día y no solo en una fecha concreta", dijo Elsa Cid, monitora y trabajadora social.

Durante el fin de semana, un grupo de 12 internos participó en la realización de tres murales con información sobre los daños producidos sobre el alcohol. Para ello, utilizaron datos estadísticos e hicieron un análisis sobre cómo influye la publicidad de bebidas alcohólicas en la alcoholización. "Tras ver varios anuncios, hicieron una apuesta en común sobre los sentimientos que incitan al consumo y que como pueden ser fuerza, alegría, sexualidad, evasión llegando a ser casi una necesidad biológica", explicó María Fernández, directora y psicóloga del centro, que forma parte de la Fundación San Rosendo. Por su parte, los internos acogieron con gran interés el taller ya que "siempre se les nota muy entregados cuando se realizan actividades lúdicas que rompen la monotonía a la que están sometidos durante el tratamiento", explicó Elsa Cid. Con todas las aportaciones y reflexiones sobre el alcohol, la directora de la unidad terapéutica elaboró un artículo, "¿Crees que eres el mismo con una copa?", en el que se recogen cifras desconocidas como que en el mundo fallecen anualmente 2,5 millones de personas por un consumo excesivo de bebidas alcohólicas.

La edad media de los pacientes de la comunidad terapéutica Sagrada Familia está entre los 40 y 50 años ya que es frecuente que "la gente espere hasta tener consecuencias físicas y psicológicas graves para buscar tratamiento", dijo la directora. La edad de inicio en el alcohol es de 12,6 años, hecho que constatan desde la dirección del centro. "Cada vez hay más gente joven que viene con patologías duales; es decir, además de su adición, presentan depresión o trastornos de personalidad", explicó. Lo que se está estudiando en estos momentos es si estas patologías provocan el consumo de alcohol o al revés. Otra de las realidades que destaca la directora del centro es el aumento de la ingesta abusiva de alcohol, especialmente entre las mujeres. "Cada vez hay más demanda de mujeres aunque les resulta más complicado aceptar que tienen un problema por miedo a que las critiquen", explicó. Los adictos que deciden buscar ayuda en la comunidad terapéutica Sagrada Familia se someten a seis meses de tratamiento y un programa de seguimiento totalmente voluntario durante un período de dos años. "Es recomendable que los pacientes sigan este programa, que tiene como objetivo la prevención de posibles recaídas en el consumo ya que el problema está al salir", explicó la directora. Durante el primer mes, los internos no salen del centro aunque sí pueden mantener el contacto con la familia. "El síndrome de abstinencia lo pasan en el centro y el proceso de desintoxicación lo superan con fármacos y terapias grupales", dijo la directora. Ya a partir del tercer mes, los pacientes son autónomos y trabajan las emociones. La unidad terapéutica organiza cinefórums relacionados con el alcohol y talleres de manualidades. También hacen deportes todos los días y pueden resolver sus dudas relativas a su economía doméstica con un experto.

La directora, María Fernández, afirma que no hay una causa única detrás de la adicción al alcohol. No obstante, destaca que el punto de partida puede estar relacionado con familias desestructuradas. "Un divorcio o la pérdida del trabajo pueden ser el desencadenante. Por eso, la gestión de las emociones juega un papel clave para dejar de beber" explicó.

Te puede interesar