A pesar de la desregularización de fechas, ayer se amontonaban los clientes en los establecimientos de textil de la ciudad. Las gangas mandan estos días y el comercio se prepara para hacer caja.
Aunque son muchos los comercios que ya colgaron el cartel de rebajas en sus escaparates hace semanas, los clientes se amontonaban ayer en varios locales del centro de la ciudad y del Centro Comercial Ponte Vella en busca de la ganga deseada.
Bolsos desde nueve euros, monederos desde cinco euros, cinturones desde seis euros... En algunos establecimientos ya se anuncian las segundas rebajas, con camisas y bermudas a 10 euros, camisetas a seis euros, bañadores a cuatro euros... La oferta es interminable, con precios para todos los gustos, el paraíso de los amantes de las gangas.
Las dependientas no dan abasto para atender a los clientes -jóvenes, sobre todo- y recolocar en sus perchas las prendas tiradas por todos los rincones de los distintos locales. Una de ellas reconoce que hay bastante movimiento, "más o menos como otros años" y que la clientela "ha ido aumentando a medida que transcurría la mañana". Elia Fermiñan, dependienta en otro de los establecimientos de Ponte Vella, confirmaba un aumento "del movimiento a medida que transcurren las horas, sobre todo gente joven en grupos o, algunos con sus madres".
Unas rebajas que, como las de hace un tiempo a esta parte, vienen cargadas por la polémica del adelanto de fechas en los descuentos. Precisamente hace menos de dos semanas, el presidente de la Federación de Comercio, Aurelio Gómez Villar, trasladó a la Confederación Española de Comercio -en su asamblea del 23 de junio- la necesidad de "pedir al Gobierno central que establezca fechas para el ejercicio de ventas con denominación de rebajas".
Gómez Villar señalaba en su escrito que "la actual desregulación facilita a comerciantes no representados por nuestras asociaciones, como comercios asiáticos o grandes superficies, iniciar las ventas de rebajas mucho antes del periodo normal", con lo que el "efecto llamada se ha difuminado".
Por su parte, los compradores, como Ana Pérez Bouso, señalan que "me parece una estupidez eso de adelantar los descuentos porque acaban con el concepto de rebajas". Ana Noguerol, que también se ha apuntado a este 1 de julio para encontrar la prenda deseada, señala que el adelanto de fechas "lo hacen para competir con Inditex, que es la grande, pero creo que no les beneficia mucho".
El cálculo de la Federación de Comercio es que cada ourensano se gaste entre 50 y 60 euros y "esperamos en torno a un 3 % más de ventas que en el 2014, ojalá sea así", señala Gómez Villar.
