Antropólogo y científico titular del CSIC

Manuel Mandianes Castro: ‘El botellón es un nuevo rostro de dios’

Manuel Mandianes Castro. (Foto: Archivo)
El antropólogo Manuel Mandianes (Os Blancos, 1942), disertará hoy sobre la religión actual en el Centro Cultural de la Diputación, como parte del Foro La Región.
El antropólogo, sociólogo, investigador y etnógrafo ourensano Manuel Mandianes Castro participa hoy en el Foro La Región, a través de una conferencia titulada ‘Desaparece la religión’, en la que disertará sobre las continuas transformaciones ideológicas y filosóficas que ha vivido la humanidad en su búsqueda por encontrar la verdad absoluta y el dios verdadero.

Hábleme un poco sobre la charla-coloquio que ofrecerá hoy en el Centro Cultural.

Comenzaré realizando una introducción que recorrerá las distintas corrientes filosóficas de la humanidad y la repercusión que han tenido en la concepción del yo individual. Por ejemplo, el marxismo desterró al hombre como individuo apostando por una colectividad, lo que a su vez nos llevó a un estructuralismo que acabó con la idea del sujeto, pues esta tendencia niega toda la libertad que tiene el ser humano, dándole mayor importancia a los fenómenos culturales como la mitología y los sistemas de parentezco que estudió el antropólogo Claude Lévi-Strauss, en la década de los 60. Luego del estructuralismo vino la crisis metafísica, la cual acabó con el criterio establecido de la definición de una persona. La crisis metafísica asegura que nosotros no somos más seres propios del presente, sino que somos nuestros recuerdos y el cúmulo del pasado. No podemos olvidarnos del Nihilismo, una de las claves de mi ponencia, pues en esta etapa se aseguró que todos los valores morales aprendidos hasta mediados del siglo XX eran falsos. De ahí la famosa frase del filósofo alemán Friedrich Nietzsche, teoría que se complementa con la de Arthur Schopenhauer de que el único criterio de valor que utilizan los humanos son las apa riencias. Sin embargo, Heideger fue más lejos, pues dijo que la sed del hombre es el futuro, lo que nos hace llegar a la postmodernidad actual.

¿Qué importancia le da la postmodernidad actual a la religión?

La postmodernidad intuye que dios no existe, y si éste no existe tampoco lo hace la verdad absoluta, por lo mismo todo vale, los conceptos morales se vienen abajo y el libertinaje empieza. Es como diría el término ‘Hybris’, utilizado por los griegos, la sensación de no tener en cuenta la voluntad de los dioses. En conclusión, dios es destruido por la falta de valores, aunque la religión es un estado de búsqueda continua del ser.

¿A que nos lleva la destrucción de valores?

A la vaciedad de los templos. Es decir a que cada día los recintos sagrados estén más llenos de turistas y con menos religiosos, tal como pasa en el Partenón o incluso en los seminarios mayores donde cada vez salen menos curas. Los templos actuales encierran la ausencia de dios y acumulan la presencia de lo desconocido, resultando en que la vida religiosa está en las calles.

Entonces, ¿somos menos religiosos en la actualidad?

No. De hecho vivimos una efervescencia de lo religioso, cuya comprobación es que los jóvenes hacen del fútbol, del botellón o de la moda su propios rostros de dios. Este tipo de actividades son señal de la ausencia de dios en los templos. Por eso puedo asegurar que en Ourense los curas jóvenes están predicando en el desierto. La religión que practicamos actualmente es como en los restaurantes, es decir, a la carta, pues con toda la información que tenemos sólo nos queda interpretar los mensajes de la mejor forma posible. Lo que el cura diga, al final sólo será un determinante para escoger a la carta conceptos religiosos.

Entonces, ¿es necesario tener una religión?

Es necesario creer en dios y no en la religión. Nunca en la historia de la humanidad tuvo tanta hambre el hombre de dios, de tal manera que predicar es completamente necesario.

Te puede interesar