Las aguas en el PSOE de la ciudad bajan revueltas estos días. La prolongación de la gestora, que hoy se comunicó por carta a la militancia, ha agitado de nuevo las entrañas del partido. Los críticos solicitaron hace una semana la convocatoria de una asamblea que permitiera elegir una junta directiva que pusiera fin a la situación de provisionalidad en un momento clave para la ciudad, con el gobierno municipal en pleno descalabro.
La misiva firmada por el presidente de la comisión gestora, Adolfo Pérez Abellás, explica que ante "as condicións sanitarias derivadas del covid" resulta "imposible" celebrar un encuentro con toda la militancia con garantías. Una situación de "forza maior" que, según dice, justificaría la prolongación de esta situación. No obstante, los críticos ya habían advertido de que "si pudieron celebrarse unas elecciones, no parece razonable no convocar la asamblea, que ya debería haberse realizado antes del confinamiento, cuando ya se habían cumplido sus 90 días de vigencia". Los críticos recuerdan que "la principal -y casi única- misión de una gestora es convocar la asamblea".
Las tensiones volvieron a asomar a finales de agosto, cuando cinco de los 9 concejales del grupo municipal enviaron una queja a Gonzalo Caballero por las declaraciones que el portavoz y secretario provincial de la formación, Rafael Rodríguez Villarino, realizó sobre una oferta de "diálogo" a todos los grupos, poniendo sobre la mesa un gobierno de concentración liderado por el PSOE en el que tendría cabida el PP. Declaraciones que él mismo rectificó después para aclarar que "nunca" le había ofrecido un pacto al PP.
