Es uno de los nuevos rostros de la Policía Local de Ourense y ha entrado por la puerta grande, asumiendo el cargo de intendente de un cuerpo con 149 agentes, pero deficitario en 30. María Barrera advierte que de ir adelante la propuesta de la Administración autonómica en cuanto al modelo de transporte metropolitano se hipotecará la fluidez del tráfico y, por tanto, la vida cotidiana en la ciudad.
María Barrera Aldemira (35 años) es una de las 10 mujeres que integran la plantilla de la Policía Local en la ciudad (con 149 agentes en total). Pero ella, aún a su pesar, no es una más.
Doña María, tal como alude a ella el veterano policía que atiende al público en la recepción de la sede de A Ponte, es mucho más joven que la media (50 años) y ocupa un cargo de responsabilidad: intendente, o lo que es lo mismo, el segundo mando de a bordo en la Jefatura.
En la Comisaría de Policía hay mujeres que mandan, en la Policía Local también. Ya iba siendo hora ¿no?
Cada vez más hay más mujeres que entran en puestos de responsabilidad por lo que es un tema que está actualmente superado a día de hoy. No hay nada más que observar la realidad. No sólo estamos en puestos tradicionalmente masculinos, como puede ser un cuerpo policial, sino también en otros ámbitos profesionales: la judicatura, la medicina, la política ...
Pero los cargos de máxima responsabilidad aún los ostentan hombres...
Sí, pero poco a poco las mujeres van consiguiendo cargos de responsabilidad.
¿Cómo asumen sus compañeros varones tenerla de jefa?
Yo no he tenido ningún problema al respecto. Todo lo contrario. Mantengo una relación normal y profesional con todos ellos.
A lo mejor influye el que a este cuerpo policial se incorporaron antes mujeres que a otros.
Sí, hubo ya muchas que abrieron el camino.
¿El acceso de la mujer a la Policía es una conquista tardía en relación a otras profesiones?
No es que sea tardía, pero, en un principio, a las mujeres no les llamaba entrar en una organización como esta.
Tradicionalmente siempre se ha dicho que entre la Policía Local y la Nacional había cierta competencia. ¿Cómo están actualmente las relaciones entre ambos cuerpos?
Las relaciones son muy buenas. Se colabora habitualmente, y un ejemplo de ello lo representa la oficina de denuncias que tenemos en nuestra sede y que funciona a modo de sucursal de la la que hay en As Lagoas, brindando al ciudadano la oportunidad de tener dos oficinas en lugares distintos para una mejor atención al ciudadano. Esta oficina potencia la colaboración entre ambos cuerpos.
¿Se realizan servicios conjuntos?
Sí se hacen puntualmente a través de las juntas locales de seguridad por determinadas demandas sociales o necesidades concretas.
¿Desde la oficina de denuncias están notando que en estos tiempos de crisis la delincuencia aumenta?
Sí, siempre ocurre en épocas de crisis económica que aumentan determinados delitos como aquéllos que atentan contra la propiedad: robos, hurtos... Se está notando pero me imagino que aún se notará más.
¿Y tienen medios suficientes para afrontar los repuntes de delitos?
La necesidad fundamental es en materia de personal, en recursos humanos. Nosotros elaboramos hace un par de años un estudio sobre necesidades, teniendo en cuenta las demandas sociales en Ourense, y nos había salido que precisábamos 30 agentes más para ser una policía más operativa, más competitiva.
¿Se han corregido en algo esas necesidades?
Sí, se ha cubierto alguna plaza, sin embargo el déficit para cubrir las ratios mínimas de policía/habitante sigue existiendo.
¿Cree que los políticos son sensibles a este déficit?
Quiero pensar que sí, aunque en ocasiones se encuentran mediatizados por imperativos presupuestarios.
Además, otro mal endémico de este cuerpo ha sido el absentismo laboral.
Sí y si los sumas a esas vacantes evidentemente lo notas en el trabajo cotidiano. El trabajo se hace y bien, teniendo en cuenta que los temas de tráfico nos absorben mucho personal, pero podríamos adecuarnos más a las demandas sociales y mejorar o reforzar ciertos servicios.
¿El plan antibotellón de As Mercedes les ha dado resultado?
Ya no hay botellón en esa zona y se logró dar respuesta a una demanda de los vecinos de esa zona.
¿No teme que el problema se traslade a otro sitio?
Es posible. Pero había que dar respuesta a una inquietud social. De todas formas el botellón no es un problema policial exclusivamente.
¿De ir adelante la propuesta para el transporte metropolitano de la Xunta se les creará un problema de órdago?
Son muchos los informes que responden a estudios técnicos de tráfico y en los que se incluyen propuestas alternativas a las planteadas, que creemos que mejoran la situación actual sin necesidad de hipotecar la fluidez del tráfico y alterando el transcurso de la vida cotidiana en la ciudad, como sí ocurriría de instaurarse el modelo propuesto.
Doña María, tal como alude a ella el veterano policía que atiende al público en la recepción de la sede de A Ponte, es mucho más joven que la media (50 años) y ocupa un cargo de responsabilidad: intendente, o lo que es lo mismo, el segundo mando de a bordo en la Jefatura.
En la Comisaría de Policía hay mujeres que mandan, en la Policía Local también. Ya iba siendo hora ¿no?
Cada vez más hay más mujeres que entran en puestos de responsabilidad por lo que es un tema que está actualmente superado a día de hoy. No hay nada más que observar la realidad. No sólo estamos en puestos tradicionalmente masculinos, como puede ser un cuerpo policial, sino también en otros ámbitos profesionales: la judicatura, la medicina, la política ...
Pero los cargos de máxima responsabilidad aún los ostentan hombres...
Sí, pero poco a poco las mujeres van consiguiendo cargos de responsabilidad.
¿Cómo asumen sus compañeros varones tenerla de jefa?
Yo no he tenido ningún problema al respecto. Todo lo contrario. Mantengo una relación normal y profesional con todos ellos.
A lo mejor influye el que a este cuerpo policial se incorporaron antes mujeres que a otros.
Sí, hubo ya muchas que abrieron el camino.
¿El acceso de la mujer a la Policía es una conquista tardía en relación a otras profesiones?
No es que sea tardía, pero, en un principio, a las mujeres no les llamaba entrar en una organización como esta.
Tradicionalmente siempre se ha dicho que entre la Policía Local y la Nacional había cierta competencia. ¿Cómo están actualmente las relaciones entre ambos cuerpos?
Las relaciones son muy buenas. Se colabora habitualmente, y un ejemplo de ello lo representa la oficina de denuncias que tenemos en nuestra sede y que funciona a modo de sucursal de la la que hay en As Lagoas, brindando al ciudadano la oportunidad de tener dos oficinas en lugares distintos para una mejor atención al ciudadano. Esta oficina potencia la colaboración entre ambos cuerpos.
¿Se realizan servicios conjuntos?
Sí se hacen puntualmente a través de las juntas locales de seguridad por determinadas demandas sociales o necesidades concretas.
¿Desde la oficina de denuncias están notando que en estos tiempos de crisis la delincuencia aumenta?
Sí, siempre ocurre en épocas de crisis económica que aumentan determinados delitos como aquéllos que atentan contra la propiedad: robos, hurtos... Se está notando pero me imagino que aún se notará más.
¿Y tienen medios suficientes para afrontar los repuntes de delitos?
La necesidad fundamental es en materia de personal, en recursos humanos. Nosotros elaboramos hace un par de años un estudio sobre necesidades, teniendo en cuenta las demandas sociales en Ourense, y nos había salido que precisábamos 30 agentes más para ser una policía más operativa, más competitiva.
¿Se han corregido en algo esas necesidades?
Sí, se ha cubierto alguna plaza, sin embargo el déficit para cubrir las ratios mínimas de policía/habitante sigue existiendo.
¿Cree que los políticos son sensibles a este déficit?
Quiero pensar que sí, aunque en ocasiones se encuentran mediatizados por imperativos presupuestarios.
Además, otro mal endémico de este cuerpo ha sido el absentismo laboral.
Sí y si los sumas a esas vacantes evidentemente lo notas en el trabajo cotidiano. El trabajo se hace y bien, teniendo en cuenta que los temas de tráfico nos absorben mucho personal, pero podríamos adecuarnos más a las demandas sociales y mejorar o reforzar ciertos servicios.
¿El plan antibotellón de As Mercedes les ha dado resultado?
Ya no hay botellón en esa zona y se logró dar respuesta a una demanda de los vecinos de esa zona.
¿No teme que el problema se traslade a otro sitio?
Es posible. Pero había que dar respuesta a una inquietud social. De todas formas el botellón no es un problema policial exclusivamente.
¿De ir adelante la propuesta para el transporte metropolitano de la Xunta se les creará un problema de órdago?
Son muchos los informes que responden a estudios técnicos de tráfico y en los que se incluyen propuestas alternativas a las planteadas, que creemos que mejoran la situación actual sin necesidad de hipotecar la fluidez del tráfico y alterando el transcurso de la vida cotidiana en la ciudad, como sí ocurriría de instaurarse el modelo propuesto.
