"Jesús Vázquez me dijo que lo tenía que acompañar y no lo dudé, somos necesarios del primero de la lista al último suplente", asegura la número 20 de la candidatura del PP en Ourense y delegada de la Xunta de Galicia
Cada vez que sale a la carrera después de comer Severanda le pregunta: "¿Pero hija, tú cuántas jornadas tienes?". Marisol Díaz Mouteira se marcha disparada pero feliz porque su padre, Manuel, que murió unos meses antes de que ella encabezase la lista por Ourense en las elecciones autonómicas de 2016, contemplaría satisfecho la actividad vertiginosa de su hija. "Era más del PP que el propio Manuel Fraga o Baltar. A veces se enfadaba porque yo le decía que tenía amigos del PSOE y del BNG, que primero están las personas y después las ideas".
La delegada de la Xunta en Ourense atiende a la Última llamada a los últimos de la lista descontando los minutos que le faltan para salir otra vez pitando. "Tengo una comida-mitin en Celanova", avisa. El día antes su hijo David la emocionó como cuando recuerda la dura vida en la emigración en Alemania, donde nació y vivió siete años, hasta que los progenitores decidieron regresar para darle los estudios que ellos no pudieron cursar. Pasado el tiempo se enteró de las dificultades que pasaron para costearle los estudios de Derecho cuando se incendió, con trazas de ser intencionado, la maquinaria de la empresa de desmontes con la que se ganaban la vida en la comarca de A Limia.
El sacrificio tuvo la recompensa de ver a la hija ganando la plaza de funcionaria del grupo A del cuerpo superior de la Adminisitración Autonómica, después en el Parlamento de Galicia y en la Delegación de la Xunta en Ourense. "Le faltó ver ese gran resultado como cabeza de lista", lamenta. David tiene 21 años y estudia Publicidad en Madrid. El día antes le envió un mensaje confesando que está "muy orgulloso" de su madre. "Dice que es mi fan y esos WhatsApp que me manda me emocionan", añade Marisol Díaz.
Desde que entró en el PP a mediados de los años 90 ha estado en todas las candidaturas. "Creo que en las únicas elecciones que no estuve fue en la de las generales de 2016. Yo voy donde me manden, de primera, de suplente o de relleno. En una campaña todos somos necesarios en la calle, desde el primero de la lista al último suplente".
En esta ocasión la han situado en el puesto número 20 de la candidatura de Ourense. "Tengo una gran relación personal y de amistad con Jesús Vázquez. Me dijo: 'Marisol, me tienes que acompañar' y no lo dudé. Acostumbramos a quedar para comentar los problemas que surgen y las decisiones que hay que tomar. Es bueno tener otra perspectiva para afrontar un proyecto. Los cafés-terapia o las comidas-terapia que hacemos funcionan. A mí no me importa salir de casa a las ocho de la mañana y volver pasada la medianoche y Jesús también le dedica muchas horas al trabajo".
Siempre del PP
Las marcha de José Araújo, portavoz del PP en el Concello, cuando estaba a punto de concluir el mandato para encabezar la candidatura de Ciudadanos ha dejado en Marisol Díaz "una gran decepción". "Creo que hablando entre compañeros se puede reconducir cualquier malentendido, pero a veces hay otras aspiraciones personales en las que no me meto ni quiero calificar".
Anteayer pudo comer con Severanda y le preguntó otra vez por sus jornadas. Marisol mantiene la agenda como delegada de la Xunta y por la tarde se vuelca en la campaña, "también por la provincia". En la ciudad pide "un voto de confianza mayoritario para que Jesús pueda sacar adelante los proyectos que tiene para Ourense. ¿Cómo que no ha hecho nada? La oposición se ha negado a todo". En Celanova sigue la jornada.
