Enrique Marra-López es el secretario general del sindicato médico CESM en Galicia
La sanidad pública de Galicia es como un Titanic a la deriva en el que se van inundando, uno tras otro, sus compartimentos no estancos: centros de salud, urgencias, hospitalización y quirófanos. Así describe Enrique Marra-López, secretario general del sindicato médico CESM en Galicia, la saturación actual de los servicios que provoca dimisiones, como la del jefe de Neumología del CHUO, y mantiene a Ourense al borde del precipicio, que significa tener, en breve, centros de salud y Puntos de Atención Continuada (PACs) cerrados o sin médico, como en Pontevedra. Este urgenciólogo advierte de que llevan nueve días sin recibir respuesta de la Xunta a la carta en la que solicitaban una reunión y que, si no negocian, convocarán movilizaciones.
¿Han solicitado un plan de choque que coordine la Atención Primaria y hospitalaria?
Se trata de que se invierta en Atención Primaria para evitar el colapso de las urgencias hospitalarias y los servicios. Los neumólogos, que normalmente tienen asignadas unas 30 camas, tienen ahora mismo 100 pacientes. Eso significa que hay 70 pacientes que están ocupando camas de otros servicios. La demanda es altísima para los neumólogos por la pandemia, porque es invierno y estamos en época de enfermedades respiratorias. El problema es que hay muchos casos que no se resuelven en Atención Primaria, llegan tarde y en malas condiciones, y hay que ingresar a todos o casi todos. Neumología es un servicio que lleva muchos años bloqueado, sin crecer y sin contratación, y la carga de trabajo ha crecido mucho.
¿Qué solicitan los facultativos del CHUO para solucionar esta saturación?
Hay que contratar más neumólogos porque que el capitán abandone el barco es muy mala señal. El problema es que, con los concursos de traslados y nuevas contrataciones, ha habido dos personas que tenían que ir al CHUO, pero no han llegado porque han pedido una comisión o tienen reducción de jornada. Como el Sergas no planifica, y diciembre es el mes más potente en hospitalización, se rompe el sistema. Había dos personas que tenían que haberse incorporado y no lo han hecho. Están buscando repuesto, pero el servicio está sobrecargado, a punto de reventar. No se puede seguir con tantos hospitalizados, consultas externas y todas las pruebas.
¿Se esperan más dimisiones?
A estas alturas me espero cualquier cosa porque la debacle está siendo generalizada. Hay que hacer un plan de choque general e incidir en los servicios más afectados.
El conselleiro asegura que es un problema nacional y europeo, y que no hay médicos.
Estoy harto de esta movida política. El conselleiro juega a esconderse y a echarle las culpas al Gobierno central, y este se la echa a los autonómicos, pero los que salimos perdiendo somos los pacientes y sanitarios. El conselleiro falta a la verdad. Llevamos diciendo que mucha gente se iba a jubilar hace diez años, pero se ha seguido una política de no planificación. Cada vez va a haber menos médicos porque cada son menos atractivas las ofertas. Tenemos una pérdida de poder adquisitivo cercana al 25% y por eso muchos se han ido fuera y estarían deseando volver si les ofrecieran buenas condiciones. El conselleiro no querrá decirlo, pero lo sabe.
El CESM dice que Ourense está al borde del precipicio.
Sí, eso significa acercarnos a la situación de Pontevedra, donde hay centros de salud sin consultas y PACs cerrados porque no hay médicos. Eso es el paso siguiente, es hacia donde vamos. El 20 de diciembre solicitamos al presidente Rueda que se reuniese con nosotros para negociar las condiciones de trabajo y aún no nos ha contestado. Todo lo que se ha hecho son parches. Si esto sigue así, convocaremos movilizaciones como en el resto de España; aquí no somos diferentes. No queremos llegar a medidas drásticas como la huelga. En Murcia y Baleares han llegado a acuerdos.
¿Cuál es la principal reivindicación en esta negociación?
Tiene que ver con la recuperación de derechos perdidos, como la remuneración, el número de personas que tiene que haber en las agendas de Atención Primaria, dedicarle un tiempo determinado a cada paciente, que la jornada sea de 35 horas… Esperamos que el Sergas se siente a negociar.
Las listas de espera en Ourense para consultas y operaciones son de dos meses y medio.
Claro, si las camas están ocupadas por pacientes de neumología, no quedan camas para que la gente pueda operarse. Una vez que te operan, no puedes irte a casa. Cuando la demanda es muy alta, la parte quirúrgica queda bloqueada. Es una inundación progresiva, son compartimentos comunicados y si se inunda Primaria, luego se inundan los PACs, urgencias, el hospital… Y una muestra perfecta es Neumología. Esto va a pasar con muchos de los servicios.
