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Marruecos alaba a Velo y su trabajo como documentalista

Dionisio Pereira, Xose Enrique Acuña y Jassim Errahmouni, director del festival.
photo_camera Dionisio Pereira, Xose Enrique Acuña y Jassim Errahmouni, director del festival.

El Festival Amazigh sobre arte y patrimonio en el Rif analizó el documental "Romancero marroquí"

Representantes de la fundación Carlos Velo viajaron hasta Marruecos para participar en la VII edición del Festival internacional Amazigh sobre arte y patrimonio en el Rif, que el fin de semana se celebró en la ciudad de Alhucemas. El documentalista Xosé Enrique Acuña fue el encargado de presentar el trabajo "Romancero marroquí", una obra firmada por el cineasta de Cartelle que mezcla realidad y ficción en el Marruecos de los enfrentamientos por su independencia.

La intervención de Xosé Enrique Acuña consistió en una "contextualización social e política da película", un título que en su momento entrañó cierta polémica para Carlos Velo tras la manipulación que el régimen franquista hizo de ella con el fin de "conseguir que los nacionalistas marroquís" se sumasen a la causa española, que en aquel momento se encontraba en plena Guerra Civil. Estas circunstancias provocaron que Carlos Velo rehuyese de la cinta, cuyo valor técnico ha sido muy aclamado, especialmente su fotografía, convirtiéndola en "un dos mellores documentais" del cine español.

Con el paso de los años, la crítica redescubrió la película que, a pesar de haber sido modificada en su momento, era "tan apoteósica" que incluso el régimen franquista coincidió en señalar el carácter universal de su cinematografía. Este redescubrimiento del film contrasta con el hecho de que tan solo permaneciese tres días en cartelera en su estreno comercial, un dato que fue determinante para hacerlo caer en el olvido.

El tiempo no solo fue germinando el renacimiento de la cinta, sino también las diferentes versiones surgidas con los años y que fueron acercando la proyección a la realidad imaginada por Carlos Velo cuando la rodó. Las intenciones del cineasta ourensano pasaban por mostrar la vida diaria de una pareja en Marruecos y su lucha constante por ganarse el pan, aunque el resultado final mostró a un joven deseoso de alistarse en el ejército español.

La presencia de la figura de Carlos Velo en Marruecos supone "un fito" para la fundación. "Sempre miramos cara México porque é o país ó que Velo llo debe todo", explica Xosé Enrique Acuña.

Ahora, con Romancero Marroquí protagonizando una de las sesiones del certamen internacional de Alhucemas, la entidad fraguada en Cartelle amplía todavía más sus horizontes.

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