En la Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN), Serafín González no duda en señalar que se está viviendo "un problema ambiental grande"
No parece haber una varita mágica ante la crisis cada vez más agudizada en el rural ourensano, aunque la solución pasa, según aseguran fuentes del sector, por las ayudas públicas, pero también por los cada vez más recetados seguros agrarios. El secretario general de Unións Agrarias, Roberto García, ve incomprensible "que non haxa axudas directas para os afectados, como si se fai noutras comunidades autónomas". Cree que la línea de ayudas lanzada por la Xunta "non é suficiente", y que son "axudas virtuais" de difícil acceso.
El ganadero Samuel Formoso reconoce que no puede desplazarse cada día a buscar una cisterna de 3.000 litros de agua a 10 kilómetros, que "é o que consumen as miñas vacas nun día". También subvencionan la construcción de balsas pero se pregunta en voz alta:" Para que as queremos se non hai auga?".
En la Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN), Serafín González no duda en señalar que se está viviendo "un problema ambiental grande", con una "importante" afección en la vegetación y la fauna. "Os animais acuáticos están a sufrir moito, polo que non é entendible que desde a Xunta non se tomasen medidas coa pesca ante unha situación excepcional". También apunta al sufirimiento de los animales salvajes, "que teñen poucos sitios onde beber, que se converten en lugares de fortuna para cazadores".
En la SGHN creen que las administraciones "non fixeron o seu traballo" y que actuaron "moi tarde" ante la sequía, permitiendo que se hiciera una campaña de regadío "normal". Recuerdan que, si bien las ayudas públicas son una opción, "hai que ter máis seguros na gandería e a agricultura para facer frente a estas adversidades", porque como consecuencia del cambio climático, las adversidades será en los próximos años "a tónica habitual".
La secretaria xeral del Sindicato Labrego Galego (SLG), Isabel Vilalba, criticó hace unos días precisamente que la Xunta "se escuse permanentemente" en los seguros agrarios. En el SLG creen que "son un gran engano. É inviable. No caso dunha explotación gandeira, falamos de ter que contratar seguros para a seca, enfermidades do gando, accidentes, ataques da fauna salvaxe... É imposible custear tantos seguros para cubrir todas as eventualidades".
INCENDIOS
Los daños de 2017 no se circunscriben a las heladas y la sequía, sino que el fuego afectó a muchas explotaciones ganaderas, como las ubicadas en Maceda. Muchos silos se quemaron y algunos prados fueron pasto de las llamas, los que deja a los ganaderos abocados a buscar o improvisar soluciones. "Estamos comprando patacas e sacos de pienso pensando no inverno", señala Eloy González.
